Otra de expropiaciones

La historia no se repite, pero sí alecciona. Está en los libros. Como también está en los libros que la obediencia anticipatoria es una tragedia política. Lo vemos a diario en México con el (para muchos cada día más) “presidente” AMLO y las mesas del nuevo aeropuerto, los besos de mano…

Y la decisión de no transmitir, en el canal que se había anunciado, la serie Populismo en América Latina, sólo porque AMLO se sintió aludido y quiso saber quién pagó la publicidad de sus anuncios en autobuses. Así que… mejor pararle ahí. O sea: obedecer por anticipado.
De acuerdo con esto, no resulta manido insistir en que sólo a gente cándida o poco instruida pudo desconcertar que el ideólogo de Morena Paco Ignacio Taibo II llamase a expropiar empresas, pues el populismo que impulsa Morena es insostenible sin un programa de expropiaciones.

Se agradece, pues, que alguien muy instruido en general, y gran conocedor de los entornos de Morena, el articulista Salvador Camarena, haya traducido la soflama expropiatoria del que será secretario de Estado de AMLO, ahora que éste sea presidente.

En un texto publicado en El Financiero (http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/salvador-camarena/sobre-taibo-ii-y-un-futuro-probable), que tiene un dejo de regaño (por ser sincero) al hagiógrafo del Che Guevara, Camarena escribe: “Taibo II sabe de historia. No es un loco ni un exagerado. Sabe que habrá un intento por someter a un gobernante distinto a la élite convencional. Si acaso, Paco pecó de honestidad y candidez (por avisar cómo sería el futuro), no de otra cosa”.

Pero es de exaltar la honestidad, no sólo del ideólogo de Morena, sino también del propio AMLO en los avisos de cómo será su gobierno. El martes, por ejemplo, dejó en claro en Chiapas su desprecio por los legisladores y el Congreso: “Se los explico así, rápido, rápido. Yo no hablo de corrido, pero voy a hacer un esfuerzo: no sólo es ganar la Presidencia, es también ganar la mayoría en el Congreso, porque si no tenemos mayoría en el Congreso, ahí se van a ir a atrincherar los de la mafia del poder para hacer… interpreten mi silencio. ¿Saben a qué están acostumbrados los diputados y los senadores? A recibir moches cada vez que aprueban una ley”.

Pues ahí está un adelanto: cuando AMLO sea presidente y los legisladores de la oposición se “atrincheren”, saldrá desde el Zócalo una turba divina de la revolución (como las del gobierno sandinista del dictador Daniel Ortega) a sacarlos por los pelos.

Al fin que AMLO ya dio el veredicto: “¿Saben a qué están acostumbrados los diputados y los senadores? A recibir moches cada vez que aprueban una ley”. ¿Entonces para qué necesita legisladores “el pueblo”? Bola de corruptos.
Bueno. Hasta que haya Congreso.