¿PADRES DE NORMALISTAS O ACARREADOS?

Este jueves se reunieron el presidente Enrique Peña Nieto y los que dicen ser familiares de los 43 normalistas desaparecidos.

Al encuentro acudieron 110 personas que dijeron tener relación con los estudiantes desaparecidos.

A su vez, estuvieron presentes los titulares de la secretaría de Gobernación, de la Procuraduría General de la República, de la Policía Federal, de la Gendarmería Nacional, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de otras dependencias.

Finalmente, al evento también llegaron los peritos del grupo especial de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Según se dijo, el presidente escuchó 22 intervenciones. Entre los oradores destacan el grupo de expertos –quienes agradecieron a las autoridades que colaboraron con la investigación y al presidente por instruir que se agregue su informe a la averiguación oficial–; los padres de familia, la procuradora Arely Gómez y el propio Enrique Peña.

Curiosamente, durante el tan anunciado encuentro, en medio de las intervenciones de las víctimas y de las autoridades, algunos de los padres se quedaron dormidos.

Es decir, que la reunión que muchos exigieron durante meses, que el encuentro por el que muchos se rasgaron las vestiduras y la exigencia que tuvo a muchos en las calles… les valió madre.

¿Cómo debemos entender que los supuestos padres de los normalistas, luego de gritar por cielo, mar y tierra que querían ver al presidente, se quedaron dormidos durante la reunión?

Aquí creemos que eso sólo se entiende de una forma: más que familiares de los normalistas, al encuentro con Peña Nieto llegaron acarreados.

Y es que, así como durante los mítines, las giras, las marchas y los bloqueos hemos visto a todo tipo de farsantes que se dicen heridos por la masacre de Iguala pero, en realidad, son sólo vividores de la protesta; todo indica que al encuentro con el presidente acudieron farsantes y acarreados a los que la desaparición de 43 normalistas parece no importar.

Si hacen falta más pruebas de que la supuesta búsqueda de los 43 es una faramalla con tintes políticos, basta revisar las ocho exigencias de los presuntos padres de familia:

  1. Reconocimiento de la legitimidad de nuestra búsqueda de justicia y de que el caso se encuentra abierto.
    • ¿En qué momento alguien ha negado esto?
    • ¿Quién ha puesto en duda que el caso sigue abierto?
    • ¿Acaso alguien, en algún momento, dijo que el asunto estaba resuelto? La respuesta, evidentemente, es no.
  2. Permanencia del GIEI, aceptación plena del informe del GIEI y sus recomendaciones.
    • ¿Y la investigación de la PGR?
    • ¿Y los vínculos e intenciones políticas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?
    • ¿Y la inconsistencias en su reporte?
    • ¿Y las trampas de los mal llamados expertos?
  3. Replanteamiento de la investigación en una unidad especializada de investigación, con supervisión internacional, compuesta por dos instancias: una que indague a profundidad dónde están sus hijos y otra que investigue el montaje con el que se les pretendió engañar.
    • De nueva cuenta, el mismo error: una instancia internacional no está facultada para llevar a cabo la labor de un ministerio público en México. Estos oportunistas exigen que se rompa la ley.
  4. Relanzamiento y concentración de la búsqueda a partir del uso inmediato de la tecnología.
    • ¿No es eso lo que la PGR hizo desde un inicio?
    • ¿No es eso lo que implica la investigación pericial?
    • ¿No es eso lo que se ha venido haciendo desde el arranque de las investigaciones?
  5. Atención digna e inmediata a los heridos y familiares de sus compañeros ejecutados extrajudicialmente. Trato digno a las víctimas.
    • ¿Acaso esperan que el Estado reconozca las ejecuciones extrajudiciales?
    • Por donde se vea, esta demanda es una trampa en donde la autoridad queda mal acatando la exigencia o ignorándola.
  6. Respeto a la Normal Rural Raul Isidro Burgos y cese a los intentos de criminalización de los normalistas.
    • ¿De qué otra forma, si no es con una tolerancia excesiva, se explican el año sin clases en la normal, los vehículos secuestrados, los miles de pesos en mercancía robada y las decenas de marchas violentas impunes.
  7. Mecanismo de comunicación permanente, digna y con respeto a sus derechos y privacidad.
    • ¿No es eso lo que han hecho la PGR y la Segob?
    • ¿Acaso esperan una línea directa con el presidente?
    • ¡Siguen los absurdos..!
  8. Reconocimiento y acciones de fondo frente a la crisis de impunidad, corrupción y violaciones a derechos humanos que vive México.
    • De nuevo un discurso estéril. Exigencias huecas, sin sentido e imposibles de cumplir. A todas luces, estamos ante las demandas de un grupo que sabe que la autoridad nunca terminará de cumplir lo que piden y que podrán seguir medrando con la tragedia de los 43.

¿Así o más claro? Hace mucho que la autoridad dejó de negociar con los familiares de los normalistas. Hace mucho que los interlocutores en el caso Iguala son vividores del poder. Hace mucho que el gobierno federal se ha dejado engañar. ¿Hasta cuándo permitirá el presidente que le tomen el pelo? ¿Hasta dónde dejarán crecer la mentira?