PAN-PRD, FRACASO CULTURAL

La pregunta se escucha en todos los comederos políticos: ¿Por qué fracasaron PAN-PRD?

Y tras la debacle, azules y amarillos pueden decir misa y buscar bajo las piedras a los culpables. Lo cierto, sin embargo, es que asistimos a una derrota cultural de la derecha y la izquierda. ¿Por qué?

Porque si bien PAN y PRD nacieron para acabar con el partido hegemónico, para terminar con el poder de un solo hombre, para impulsar pluralidad en el Congreso y contrapesos presidenciables y en la impartición de justicia, resulta que a la vuelta de medio siglo, tanto azules como amarillos hicieron todo para el regreso del viejo PRI; de Morena.

Es decir, perdimos medio siglo de evolución política. Y la historia regresiva sigue su curso. Se podrán perder 6 años más. ¿Por qué? Porque si nadie vio la debacle PAN-PRD, menos podrá impedir la fuga de Morena al pasado

El 21 de mayo de 2017 aquí dijimos: “lo que parece un sueño en el papel –la alianza PAN-PRD–, en los hechos es una iniciativa derrotada”. Desde entonces era evidente la debacle ¿Y por qué nadie hizo nada?

1.- Porque los dos partidos faltaron a la premisa fundamental que les dio origen; la democracia interna. Los dos recurrieron a una grosera imposición cupular.

2.- Al anterior pecado se sumó la ambición sin límites. Todos sabían que en el PAN la única candidata capaz de derrotar a Obrador era Margarita Zavala, pero muchos azules destruyeron esa posibilidad.

3.- Porque en lugar de proponer a los mejores cuadros, Anaya se robó la dirigencia del PAN y la candidatura, a cambio de entregarle a Alejandra Barrales la candidatura del Gobierno de la Ciudad de México.

4.- Porque el grosero trueque cupular provocó la desbandada de cuadros del PAN y del PRD que vieron en Morena una tabla de salvación. Las ratas saltan primero en un naufragio.

5.- Porque si en 2012 el PRD obtuvo 22 por ciento de la votación nacional y el PAN consiguieron el 25 por ciento, en 2018 los amarillos apenas lograron 5 por ciento y el PAN cayó a 17 por ciento.

6.- Queda claro que de haber mantenido su votación de 2012, el PAN y el PRD habrían conseguido 47 por ciento de los sufragios. Sin embargo, en 2018 PAN y PRD apenas consiguieron el 22 por ciento de la votación.

¿Por qué no hubo una suma aritmética y si un desfondamiento?

7.- La respuesta está a la vista de todos. Porque Ricardo Anaya no convenció ni a los propios panistas y Alejandra Barrales decepcionó a los propios perredistas.

8.- Y la conclusión es demoledora; el PAN no sólo se equivocó de candidato sino de estrategia, mientras que el PRD fue arrastrado por las traiciones, las venganzas y las ambiciones sin límite.

Hoy azules y amarillos viven la peor tragedia electoral de su historia y sólo falta saber si en el Congreso también perderán su calidad opositora y y terminan como meros paleros del partido hegemónico.

Luego de medio siglo de lucha contra el PRI, el PAN y el PRD hicieron todo por la transformación exitosa del PRI, el partido que hoy se llama Morena. ¿Es o no una derrota cultural?

Al tiempo.