El pasado 9 de mayo –en el Itinerario Político– señalamos que el paro de labores del Instituto Politécnico Nacional se mantendría –con respiración artificial–, por el mayor tiempo posible. Y es que, en el fondo, el paro busca gestar una movilización general que alcance a la UNAM, la UAM, la UACM, la CNTE y todo el sector educativo.
Dicen los enterados que la verdadera finalidad de estas movilizaciones es construir una crisis –como en su momento ocurrió en Venezuela y en Bolivia–, que prepare el terreno para una tercera campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Es por eso que la semana pasada, los alumnos de las vocacionales del IPN se negaron a entregar sus escuelas y con pretextos falsos, alargaron indefinidamente su protesta.
En esta lógica, hoy los alumnos del Poli marcharon de la Estela de Luz hasta la calle Chivatito, ubicada cerca de Los Pinos; con el objetivo de hacer llegar al presidente Enrique Peña un documento con peticiones.
De acuerdo con los líderes del movimiento, la misiva solicita el cumplimiento de los compromisos hechos por el gobierno federal con el IPN en 2014, cuando los estudiantes pidieron la salida de la directora Yoloxóchitl Bustamante.
Además, advirtieron que de no cumplirse sus solicitudes, podrían postergar aún más el fin del paro, que ya tiene descontentos a miles de alumnos que podrían perder el semestre y su inscripción a la licenciatura.
Una vez más queda en evidencia la intención de los alumnos politécnicos quienes con esta crisis prefabricada, ayudan a construir la plataforma que pretende acercar a López a la silla presidencial.
