Con la intención de llegar a un acuerdo justo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, elementos de la Policía Federal solicitaron el apoyo de representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), diputados y senadores de la República, y de la ciudadanía en general.
Por otro lado, los uniformados informaron que el gobierno federal no tiene planeada una indemnización ni liquidación, solo un finiquito para todos aquellos que no deseen incorporarse en las 10 dependencias ofrecidas o a la Guardia Nacional.
Asimismo, cerca de las 14:30 horas un grupo de federales rompió con las negociaciones, pues los representantes del gobierno no quisieron que se hiciera de manera pública.
Sin embargo, el diálogo no culminó ahí, ya algunos mandos continuaron hablando con otros negociadores, los cuales detallaron que a las 17 horas se instalarían módulos donde se calcularía el finiquito, para todos aquellos que no acepten las alternativas laborales y decidan renunciar.
Sin dejar de mencionar, que también habrá mesas de información de cada una de las dependencias que fueron ofertadas para su continuidad laboral.
“La indemnización no es una opción que ellos estén considerando, ellos quieren que todos queden laborando en la Guardia Nacional o en alguna dependencia y si no aceptan esas opciones que sean liquidados por renuncia“, mencionó un vocero.
Incluso, los manifestantes se comunicaron vía telefónica con el abogado Enrique Carpizo —el cual ofreció sus servicios de manera gratuita—, para que se presentará en las instalaciones y los asesore legalmente, pero si éste les llegaba a pedir algún cobro la División Antidrogas manifestó que correría de su bolsa.
Dado que los mandos no han dado su brazo a torcer en las negocaciones, el policía Andrés López ya fue víctima de una amenaza, esto después de su exigencia pública de una respuesta clara por parte de las autoridades.
“Así como ven nos abandonan nuestros mandos y eso mismo hacen durante la operatividad”, expresó López, después del supuesto acoso.
