Diputados y senadores recriminaron a la administración de Andrés Manuel López Obrador de restaurar una partida discrecional de la que el mandatario podrá usar, a través de un decreto, los ahorros derivados por su austeridad.
En ese sentido, la diputada del PRI, Dulce María Sauri, señaló que se trata de “una partida secreta resucitada”, una vez que se eliminó toda clase de partidas en el decreto de presupuesto anualmente y se quitó el último vestigio que existía para que el ejecutivo mandara una partida para la aprobación en la Cámara de Diputados.
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“Yo creo que tiene una enorme nostalgia por un pasado donde sí existían las partidas secretas, no necesariamente para fines de prevaricación, o robarse el dinero, pero ese pasado corresponde a la década de los 70”, indicó la legisladora priísta.
Y añadió: “Es más, la partida secreta, aún cuando existía la posibilidad de integrarlo en el Presupuesto de Egresos de la Federación, desde 1995 el presidente Ernesto Zedillo la dejó de enviar; la mandaba en ceros a la cámara de diputados. Entonces es parte de esa nostalgia de un pasado en el que el Presidente de la República, el ogro filantrópico añorado de la década de los 70 intenta recrearse en el siglo XXI”.
