Paso histórico en la impartición de justicia en el DF

Uno de los principios básicos de la impartición de justicia es que tiene que ser pronta y expedita. Actualmente, la justicia en México no es así.

Sin embargo, existe una alternativa que podría acercar a los tribunales mexicanos a este ideal: la oralidad.

Gracias a los juicios orales, es posible que los procesos sean más rápidos, que exista menos corrupción y que la justicia realmente sea expedita.

Por lo anterior es relevante que este jueves, en el Distrito Federal, entraron en vigor las reformas en materia de oralidad que antes aprobó la Asamblea Legislativa.

En entrevista para La Otra Opinión, el magistrado Edgar Elías Azar –presidente del Tribunal de Justicia del Distrito Federal–, explicó que existe un avance importante en la implementación de juicios orales en materia familiar, penal, civil y mercantil.

Elías Azar reconoció que la cantidad de dinero que se requiere para poner en marcha la oralidad en todos los procesos del Distrito Federal es enorme. Sin embargo, también dijo que se han logrado avances significativos.

En palabras de Edgar Elías Azar, la oralidad acelerará los juicios, brindará mayor celeridad en los procedimientos y servirá para que los ciudadanos entiendan mejor los procesos que enfrentan.

Además, el magistrado expuso que esta nueva modalidad evitará que los ciudadanos sean engañados por malos abogados pues ahora será posible dialogar directamente con el juez y conocer las particularidades del juicio.

Y por si todo lo anterior fuera poco, los juicios orales –continuó el magistrado–, contribuirán a evitar la corrupción en la judicatura, ¿por qué? Porque los procesados podrán ver al juez, dialogar con él, seguir el juicio y los abogados ya no podrán justificar su derrota con el pretexto de que el juez se vendió.

Por otro lado, Elías Azar adelantó que ya trabaja en una serie de sanciones para los abogados que, intencionalmente, promueven defensas absurdas y alargan los juicios. Muy pronto serían castigados los abogados que dilatan procedimientos en forma maliciosa con la intención de cansar a la contraparte.

Finalmente, el presidente del TSJDF recordó que el tamaño del sistema de procuración de justicia de la capital del país equivale al de 13 estados de la República o al de cuatro países centroamericanos. Es decir, que toda modificación implica gastos por varios millones de pesos y un gran esfuerzo de cambio de actitud. Por eso, aunque existe un esfuerzo importante por apostar por métodos alternos de solución de controversias –como el arbitraje o mediación–, y aunque la oralidad es una realidad en el Distrito Federal, los resultados se verán poco a poco y pasarán meses antes que se pueda afirmar que la transición está hecha.