De acuerdo con un libro que saldrá a la venta el mes de julio, y del que la revista New York publicó un adelantó, la periodista Elizabeth Jean Carroll confesó que, en 1995, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump la violó dentro de un probador de famosa una tienda de Nueva York.
Carroll, que es conocida por su columna de consejos “Ask E. Jean” en la revista Elle, contó en el extracto que se encontró con Trump en los almacenes Bergdorf en la calle 58 de Manhattan, y que él le dijo “Ey, ¡tú eres esa señora de los consejos!” a lo que respondió “Ey, ¡tú eres el magnate inmobiliario!”.
Después de una breve charla, el republicano le pidió ayuda para comprar un regalo para una chica, ella accedió, por lo que comenzaron a caminar sobre el gran almacén, hurgando entre bolsos, sombreros, pieles y lencería.
Justo en la sección de lencería, el magnate la instó a probarse una de las piezas, ambos bromearon y Carroll le pidió que él fuera quien se pusiera la prenda.
“Cuando se cerró la puerta del probador, el multimillonario “me embistió, me empujó contra la pared, golpeándome la cabeza muy fuerte, y puso su boca sobre mis labios”, contó la periodista.
En ese momento la columnista entró en shock, se rió y empujó al hombre hacía atrás, pero éste la volvió a agarrar y la empujó contra la pared y le bajó las medias, relató.
“Al momento siguiente, todavía vistiendo su atuendo de negocio, camisa, corbata, traje de chaqueta y abrigo, se lo abre, se baja la cremallera del pantalón y, forzando sus dedos alrededor de mi zona íntima, empuja su pene a medias -o entero, no estoy segura- dentro de mí”, agregó.
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Afortunadamente la mujer pudo zafarse de un encuentro que duró apenas tres minutos y cree que en ese lapso Trump no eyaculó.
“La periodista también responde por anticipado a las preguntas que sabe que este episodio puede propiciar: “¿Lo reporté a la Policía? No. ¿Se lo conté a alguien? Sí, a dos amigas íntimas. (…) ¿Tengo fotos o alguna prueba visual? Las cámaras de seguridad de Bergdorf deben habernos captado en la entrada de la tienda.
¿Y por qué no lo denunció antes? “Recibir amenazas de muerte, tener que abandonar mi casa, ser despedida, arrastrada por el barro, y unirme a las 15 mujeres que han salido con historias creíbles sobre cómo el hombre las agarró, molestó, menospreció, maltrató, acosó sexualmente y violó, solo para ver cómo ese hombre le da la vuelta, niega, amenaza y ataca, nunca sonó divertido”, concluye el adelanto de la revista.
