Pese a evidencias, equipo de AMLO se resiste a continuar Aeropuerto en Texcoco

Alfonso Romo, futuro jefe de la oficina presidencial de Andrés Manuel López Obrador, evidenció este jueves la característica recalcitrante resistencia de su jefe al insinuar que sigue en pie el plan de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), a pesar de que prestigiosos especialistas coinciden en que la obra debe continuar.

Tras una reunión con el presidente electo, Romo declaró a la prensa que “faltan muchos estudios sobre el aeropuerto, faltan muchos grupos empresariales, vamos a darle tiempo al tiempo”.

Las declaraciones del también empresario contrastan con los dictámenes de firmas de ingenieros que ya dieron luz verde a la megaobra que se construye en Texcoco y que reprueban la alternativa impulsada por AMLO: la de construir dos pistas de aterrizaje en la Base Aérea Militar de Santa Lucía.

El Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) -al que el propio AMLO se acercó para recibir asesoramiento sobre las opciones y el futuro del nuevo aeropuerto- entregó la tarde del miércoles los estudios que concluyeron de manera definitiva que la construcción del aeropuerto de Texcoco debe continuar.

Respecto a la alternativa de Santa Lucía, el análisis de los especialistas demostró que no existen suficientes estudios de suelo, hidrología y tampoco hay sustento financiero para comenzar una obra de tal magnitud y además, resultaría contraproducente porque cancelar en Texcoco representará pérdidas por rescisión de contrato y enviaría un mensaje negativo al exterior.

Esta resolución, además de haber sido emitida por una institución “de la confianza de AMLO”, es compartida con otras firmas de prestigio internacional, como el Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación de MITRE, que a finales de agosto afirmó que la obra de Texcoco es “nuestra recomendación definitiva”.

También la Academia de Ingeniería de México, y la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros expresaron que el NAICM debe continuar su curso tal y como está, pero la especialidad de todos esos expertos parece no tener valor ante el capricho de un aspirante a dictador que ha de hacer su voluntad aunque no tenga justificación.