Este miércoles, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, reconoció al expresidente de Bolivia, Evo Morales, como huésped distinguido de las capital de país; algo que no tiene razón de ser.
A pesar de que un gran sector de la sociedad se ha manifestado en contra del asilo político que le ofreció el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, otra parte lo lo ha reconocido, incluyendo actores de la clase política.
Pero haberle entregado dicha distinción, al político sudamericano, raya en lo absurdo, y más bajo el título de “defensores de la democracia en Bolivia”; algo que contraviene con las acusaciones que caen sobre él por fraude electoral y represión.
El asilado es una cosa, pero reconocer a Evo Morales cuando tiene cuentas pendientes con la justicia boliviana, es como una ofensa para la comunidad de dicha nación que radica en México.
Con información de El Financiero.
