¿POR QUÉ…?

¿Por qué ninguno de los periodistas detrás de investigaciones brillantes como La Casa Blanca o la Estafa Maestra se ocupa del desfalco millonario de Ricardo Anaya en el caso de “Los Moches”? ¿Por qué no tocan siquiera “con el pétalo de una critica” la caravana de Javier Corral? ¿Por qué no dicen que el pago a marchistas, periodistas y líderes cuesta millones diarios; sea el costo de vehículos, gasolina, comida, hospedaje; sea el pago de salarios de marchistas a sueldo y vuelos de Corral y su claque? ¿Por qué nadie dice que esa “marcha” le cuesta millones a los ciudadanos de Chihuahua?

¿Por qué esos y otros periodistas, analistas, articulistas y opinantes, nada han dicho del peligro autoritario y hasta dictatorial de mesías tropical, cuando habla del perdón? ¿Por qué nadie advierte que el perdón que propone el mesías, sea a políticos, criminales o matarifes, es aviso de que un potencial gobierno del mesías matará la división de poderes y que –al mismo tiempo–, el mesías será presidente y dueño de los poderes Judicial y Legislativo?

¿Por qué el PRI y su candidato presidencial parecen dar tumbos en las primeras semanas de campaña? ¿Por qué “Pepe” Meade arrancó respondiendo las provocaciones de AMLO y de Ricardo Anaya y luego reculó y entendió que no era el camino correcto? ¿Por qué no despidieron a los responsables de esa estrategia fallida? ¿Por qué el PRI no dio una respuesta contundente a los rumores sembrados –guerra sucia–, sobre una supuesta rebelión de Miguel Osorio y luego de Manlio Fabio Beltrones? ¿Por qué debió responder a esos rumores con sendos eventos de “apapacho”, tanto en Hidalgo como en Sonora, en lugar de negar, de manera contundente, la ruptura y el rumor de la supuesta rebelión y la presunta traición?

¿Por qué el PRI y su candidato no negaron de manera tajante la especie difundida por Obrador y por Anaya de que Meade “no crece”, “no despega” y que, por ello, “sería relevado”? ¿Por qué los estrategas del PRI y de su candidato se han dejado ganar la carrera en redes sociales y en espacios digitales? ¿Por qué el PRI y su candidato no tienen una estrategia para desmentir de manera categórica los bulos –vulgares fake news–, de Anaya, de AMLO y de los muchos malquerientes del partido tricolor y de su candidato?

¿Por qué el INE, los intelectuales, los analistas y los críticos reales e independientes de la contienda electoral, no han criticado que en más de una decena de ocasiones el dueño de Morena haya mostrado encuetas falsas, videos falsos y hasta videos truqueados de sus adversarios? ¿Por qué el INE se muestra parcial ante una elección que puede ser la última en México?

La anterior es una selección de interrogantes escuchadas en una cena reciente.

Al tiempo.