PRD, la crónica de una muerte anunciada

Sin embargo, la crisis no tuvo su origen el pasado 19 de febrero de 2019, la debacle del Sol Azteca se rememora a 1999

Este martes el Partido de la Revolución Democrático (PRD) sufrió nueve bajas —por así decirlo— pues dicho número de diputados renunciaron a su militancia, dejando solo a nueve legisladores en su bancada; situación que solo agrava el presente de esta fuerza política.

Sin embargo, la crisis no tuvo su origen el pasado 19 de febrero de 2019, la debacle del Sol Azteca se rememora a 1999, cuando, su entonces dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador, decidió que Pablo Gómez se convirtiera presidente interino.

Después, cuando Amalia García encabezó a la fuerza política, surgieron las alianzas con “Los Chuchos” —cabe mencionar que durante ese periodo se mantuvo el poder en la Ciudad de México—, pero fue expulsado uno de sus fundadores, Porfirio Muñoz Ledo.

En 2002 llegó el momento de Rosario Robles Berlanga como dirigente nacional, en dicho lapso se aumentó el número de congresistas federales, pero su mandato terminó de manera polémica, por sus conexiones con Carlos Ahumada y los videoescándalos que protagonizó René Bejarano.

Posteriormente —en 2014— dejaría el partido, su fundador y líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas; mientras que AMLO se desprendió totalmente de éste con la fundación de su Movimiento de Regeneración Nacional. Tal situación terminó por dividir al PRD, cosa que aprovecharon “Los Chuchos”.

Para este 2019 la situación es realmente alarmante, pues perdieron la jefatura de gobierno capitalina, su dirección colegiada se está impugnada, no respetan los derechos labores de empleados de base, su representatividad en los Congresos es ínfima y solo mantienen una gobernatura, la de Michoacán.

Sin duda, la historia reciente del PRD se puede resumir como “crónica de una muerte anunciada” —sí, parafraseando la obra cumbre del escritor colombiano Gabriel García Márquez—.