Precios de garantía, que no son garantía

En su columna de Isaac Kats, escribió sobre la  propuesta de Andrés Manuel López Obrador, se trata de “establecer precios de garantía y se producirá en México lo que consumimos”.

Es claro que López Obrador no entiende el concepto de ventajas comparativas ni las ganancias derivadas del comercio internacional, dice Kats y explica porque hacer esto implica perdida y caos.

  1. Dado que se puede considerar la tierra agrícola como un recurso fijo, incentivar la producción de maíz con un precio de garantía implica necesariamente reducir la cantidad de ese de otros bienes. Es claro que la ventaja comparativa de México está en la producción de frutas, verduras y hortalizas, mismas que caerían por incentivar la producción de maíz, de paso eliminando el superávit comercial agrícola que tenemos.
  2. Con este cambio en la composición de la producción derivada del precio de garantía, el valor agregado en el total de la agricultura por unidad de tierra empleada (al igual que el valor agregado por unidad de mano de obra empleada) se reduciría. El sector agrícola como un todo perdería.
  3. La imposición de un precio de garantía en el maíz requeriría, necesariamente, de un ente gubernamental que lo validará; es decir, tendría que haber una agencia del gobierno que estuviese dispuesta a adquirir todo el maíz que se le ofreciese a ese precio.

La política propuesta por López Obrador ya se instrumentó en el pasado (destacando el Sistema Alimentario Mexicano con López Portillo) y claramente no funcionó. Precios de garantía no son el camino a seguir.