¡PRESIDENTE, AMARRE A SUS PERROS!

Ya es común la censura en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Y el principal censor se llama Federico Arreola, quien ha convertido a su diario digital SDP en el “Comité de Salud Pública” de la dictadura de AMLO.

¿Lo dudan? Van las pruebas.

  1. A finales de marzo de 2018 –en plena campaña presidencial–, el dueño de SDP, Federico Arreola “dictó línea” para que el pejismo y el país conocieran a los periodistas, articulistas, columnistas y opinadores buenos y/o malos; aquellos que –según el censor de AMLO–, debían ser leídos o linchados.
  2. Pero no es novedad. Asistimos a un vulgar déjà vu de las elecciones de 2006. Y es que en los previos a la presidencial de ese año, Arreola acudió a distintos medios a pedir –a los dueños–, “la cabeza” de periodistas como Jorge Fernández Menéndez y Ricardo Alemán, entre otros. La historia se repitió en los previos a 2018 y sigue ya con AMLO Presidente.
  3. A su vez, el semanario Proceso –que engaña con un dizque antilopismo–, exalta a cartonistas fanáticos de AMLO como Helguera y Hernández –entre otros–, que prestan sus trazos para sembrar odio contra críticos de Obrador. Por ejemplo, los moneros dibujaron a Pablo Hiriart y Ricardo Alemán con cuerpo canino, acompañando el trazo con un reproche por criticar a AMLO. El odio contra el que piensa distinto y disiente.
  4. El 30 de marzo de 2018, al arrancar las presidenciales, un usuario de Facebook exhibió un video en el que denuncia y prueba que bots de AMLO “tiraron” la difusión de un resumen –en video–, del debate de Obrador con periodistas de MILENIO. “El pecado” del usuario de Facebook fue editar las contradicciones de lo dicho por AMLO a MILENIO.
  5. Idéntico mecanismo para inducir ataques masivos en Facebook y Twitter utilizan bots de Morena y de Obrador para tirar páginas y linchar críticos. Así ocurrió el pasado 7 de enero, cuando aquí revelamos la renuncia al Diario 24 Horas, a causa de presiones del gobierno Federal.

Morena, el gobierno de Obrador y sus periodistas sicarios, como Arreola, emprendieron una feroz campaña de calumnia y difamación contra Ricardo Alemán. ¿El pecado, decir que ese diario fue presionado con cancelar la publicidad si seguíamos colaborando en sus páginas.

  1. Pero la confesión de parte vino horas después –el 9 de enero pasado–, cuando Arreola –el mismo que se robó SDP e inventó el supuesto alcoholismo de Calderón–,  calificó a Alemán de “amarillista”, “sensacionalista”, “enfermo” y “desquiciado”.

Arreola dijo que el periodista Alemán es “un odiador profesional”, que vive de “lucrar e insultando y calumniando a Andrés Manuel López Obrador”, como si el hoy Presidente no fuera respetado por nadie.

El berrinche de Kiko Arreola –en el medio peiodistico lo motejan como “Kiko” por sus berrinches al estilo del personaje del Chavo del Ocho–, se desató porque en el Itinerario Político, Alemán recuerda que en 2014 Obrador pidió la renuncia de Peña Nieto, como presidente “para que las cosas no sigan empeorando”. Alemán dijo que ante a la crisis general, AMLO “debe renunciar”.

Y es que antes de lanzar su babeante persecusión contra Alemán, “Kiko” Arreola había censurado al diario Reforma, por cuestionar que en el naciente gobierno de AMLO se elevó el número de muertes violentas. Arreola dijo que no importa si era verdad o mentira lo que reportaba Reforma, lo importante, según él, es la mala fe de la publicación.

Frente a la declaración más imbécil que se recuerde del director de un medio, el escritor y articulista, Héctor Aguilar Camín, le regaló a Arreola una lección periodística fundamental. “La tarea periodística es perseguir la verdad y reportarla lo más exactamente posible”.

Por eso la amable solicitud; ¡Presidente, amarre a sus perros!

Al tiempo.