Este 3 de enero, el presidente, Andrés Manuel López Obrador presentó en Morelia, Michoacán el Plan Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Pero en los hechos la realidad del instituto es otra.
A pesar de la absorción del Seguro Popular y las instrucciones del director general, Germán Martínez, de contratar a médicos y tener un abasto de medicamentos suficiente. Este a su vez se despide personal, como el caso de 80 médicos y enfermeras en el área de “IMSS bienestar”.
Bajo el argumento de que se trata de aviadores y gente que no trabaja, mientras los afectados indican que son personal que está esperando su basificación. La nueva administración amablemente les pide su renuncia.
A este problema le sumamos el despido de 220 personas, donde resaltan 200 médicos de la zona central del estado de Veracruz. En esta caso, a través de un correo electrónico se les notificó a los galenos la separación de su cargo a partir del 31 de diciembre de 2018.
Muchos de ellos estaban a la espera de la basificación prometida por 10 años de servicio en el IMSS, ahora con la llegada de la administración del presidente López Obrador, la realidad es otra.
Al igual que otras dependencias federales, se realizan despidos sin mirar a quién, bajo el argumento de gastos excesivos o la contratación de estos en sexenios anteriores.
La cuarta transformación al parecer es igual que cualquier administración pasada que arrasa con todo vestigio de su antecesor y coloca leales, aunque estos no sean los indicados para dichos cargos.
