Dedicada a la promoción y gestión cultural en los ámbitos público y privado, así como a proyectos de impacto social, próxima secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Quevedo, es egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM. Sin embargo, no cuenta con cédula profesional visible en El Registro Nacional de Profesionistas pese a tener experiencia de 2013 a 2015 en Culturas Populares de la Secretaría de Cultura Gobierno de la República.
Frausto camina a la secretaría con pocos tropiezos pero muchos colores partidistas detrás de ella, ya que tuvo colaboraciones cercanas al exgobernador priista de Guerrero, Ángel Aguirre, relación de la que salió embarrada tras la desaparición de los 43 en Ayotzinapa (2014) y de la cual, los medios exigieron respuestas. Ella sólo guardó silencio e intentó desvincular sus nexos con el gobernador pese a haber ostentado el cargo de directora del Instituto Guerrerense de la Cultura.
El acceso al mundo de la cultura, lo tuvo cuando inició como ayudante de la Dirección de Difusión Cultural de la Universidad del Claustro de Sor Juana (1998), encabezada por su amiga abogada, Lucìa Rafael quien le dejó el puesto al irse a Francia para hacer la Maestría. Esta llave de acceso le permitió practicar sus relaciones públicas para conocer a Rafael Tovar y de Teresa, quien fue el vínculo con López Obrador mientras él era Jefe de Gobierno, en ese tiempo, representante del PRD (2000).
Durante sus 20 años de carrera en la administración pública, aprendió que la cultura es un mundo de relaciones públicas, vinos y glamurosos medios. Además, para no romper su perfil de nueva carrera de abogada a promotora cultural, se casó con el cineasta Michael Rowe, en los Cabos. En ese tiempo era directora de Culturas Populares de Conaculta y de esa fiesta resguardó como amiga a la escritora Laura Esquivel, otra morenista a quien ya ha colocado como su subsecretaría de Diversidad Cultural.
Uno de los proyectos que Frausto presume en su currículum es la creación de orquestas infantiles y juveniles… aunque -dicen los que saben- no fue ella quien las creó, pues ya existían en el estado. También se adjudicó la creación del Circuito de Festivales de la Ciudad de México cuando coordinó esa iniciativa de 2004 a 2006. Pero dichas actividades tampoco le son cien por ciento reconocidas.
