Puras buenas noticias

En el entendido de que la regla sagrada de la democracia es que el pueblo nunca se equivoca, la victoria abrumadora del presidente electo no deja de emanar buenas noticias, que incluyen a un educado Donald Trump, y a las élites intelectuales y empresariales tomando el resultado sin alarma alguna.

Pero la cereza del pastel es que encontrarán vereda fácil los 500 mil millones de pesos prometidos en campaña para apoyar a los adultos mayores, jóvenes sin trabajo ni estudio, construcción de cinco refinerías y detonar el desarrollo en Oaxaca.

La encontrarán porque la aprobación de ese dinero no tendrá problemas en el Congreso, ya que el presidente electo tendrá mayoría para que sean aprobadas todas sus decisiones:

—En el Senado, de 120 escaños, con 55 de su partido y 68 con sus partidos en colación.

—En la Cámara de Diputados, de 500 curules, con 191 de su partido y 307 con sus partidos en coalición.

—Si quisiera hacer reformas constitucionales, cuenta con mayoría en 18 Congresos locales. Y, para que éstas pasen, sólo necesita ser aprobadas en 17 Congresos locales.

Pero ayer resultó un día grande para las nuevas buenas, pues en un rapidísimo gesto de civilidad, el presidente saliente y el virtual se reunieron en Palacio Nacional, y pactaron unidad en la actual renegociación del TLC, que trae a México 35 millones de dólares por hora.

Tanto va fluyendo la institucionalidad de la nación que el presidente invitó a su sucesor (y éste aceptó) a la Cumbre de mandatarios de la Alianza del Pacífico, el 24 de julio en Puerto Vallarta, a la cual vienen los gobernantes de Chile, Colombia y Perú.

Vamos, el presidente electo informó que acordará con el equipo negociador actual, siempre respaldando al gobierno actual, pues “no lo han hecho mal sus integrantes” y eso “proyecta confianza en temas económicos y financieros, la política macroeconómica y los equilibrios fiscales”.

Es decir que, por si algún economista liberal estaba inquieto, para nada provocará un desequilibrio fiscal el número mágico de la campaña de 500 mil millones de pesos destinados a repartir a los adultos mayores, jóvenes sin trabajo ni estudio, construir 5 refinerías y detonar el desarrollo del Istmo.

Más aún, Abel Hibert, asesor económico del próximo gobierno anunció que habrá más cobertura de banda ancha y conectividad, aunque tampoco es que hora se esté mal, pues 51 millones tenemos computadoras, 71 millones acceso a Internet y 81 millones, celular.

Es decir, que, en días para los que hace semanas esperábamos tigres y diablos sueltos… resulta que por buenas noticias no paramos, eh.

Como dijo Isaiah Berlin después de que él y varios intelectuales conocieran a Margaret Thatcher:

“No hay nada de que preocuparse”.