¿Quién está detrás del incendio en Tabasco?

Garganta se levantó de madrugada para enterarse que en Tabasco, la prensa local había reportado un presunto atentado en contra de la línea de autobuses Transbús en esa entidad.
Los hechos ocurrieron en Villahermosa, la capital del estado, donde un grupo de hombres incendiaron no uno, ni dos autobuses, sino 47 unidades que se encontraban en las instalaciones de la empresa.
Ante estos hechos y la confusión de las autoridades, garganta cuestionó: ¿quién incendió esos 47 autobuses?, ¿cuáles fueron las razones?, ¿cómo pudo un grupo de hombres incendiar casi media centena de autobuses sin que nadie los detuviera y nadie viera nada?
Garganta indagó y se enteró que el posible conflicto detrás del incendio sería gremial. Una disputa entre Laires Carrera Pérez, actual presidente del Consejo de Administración de Transbús, y Rubén Salomé Cárdenas, antecesor de Carrera en el cargo.
Garganta sabe que ambos sujetos son mafiosos probados, que intentan quedarse con el negocio del transporte en ese estado. Lo curioso, es que –es secreto a voces- que Laires Carrera Pérez es protegido del gobernador Arturo Núñez.
Por su parte, Rubén Salomé está oficialmente muerto desde 1993 o, al menos, eso indica su acta de defunción, expedida el 17 de julio de ese año. La prensa local reporta que Salomé habría fingido su muerte para cobrar un seguro de vida y, de paso, quedarse con la pensión que Pemex dio a su viuda.

¿Quién controla la crisis en Guerrero?

Garganta sabe que las cosas no marchan bien en Guerrero, en materia de violencia e inseguridad. En los últimos días se ha enterado del cierre de escuelas en Acapulco por la amenaza de los delincuentes; de las protestas y cierre de carreteras de la SNTE en otras partes del estado; sin olvidar la crisis en Iguala y el vínculo que habría entre algunos normalistas de Ayotzinapa con las bandas del narcotráfico.
Y lo último que leyó, es que existe una suerte de cacería de los jefes policíacos en la zona de Acapulco, en donde han sido asesinados cuatro mandos durante todo 2015. Los especialistas aseguran que se trata de una “purga” y de un ajuste de cuentas en contra de los policías que tienen, supuestamente, nexos con los grupos delincuenciales.
Sin embargo, Garganta se pregunta si el repunte de violencia no tiene que ver con el cambio de gobierno. ¿No será que están probando al gobernador priísta Héctor Astudillo? ¿Quién le pondrá alto a tanta violencia?
CNTE; se van, se van… pero se quedan

Garganta leyó con incredulidad que, el pasado martes, las autoridades de la Delegación Cuauhtémoc estaban desmantelando el campamento de la CNTE en el Monumento a la Revolución.
Se enteró que se habían recogido tres toneladas de madera, trapos sucios, restos de comida podrida y hasta heces fecales. Garganta esperó un momento antes de celebrar la noticia, porque sabía que había una trampa escondida.
Y es que la CNTE no se va del todo. No, en el lugar se quedarán seis carpas y alrededor de ocho maestros, por un acuerdo al que llegaron la delegación y un integrante de la comisión política de la mafiosa sección 22. Es decir, que la CNTE hace como que se va, la delegación como que desmantela, pero un pequeño grupo se queda.
Pero eso no es todo. Horas más tarde, garganta se enteró que el Monumento a la Revolución volvió a ser tomado, pero esta vez por los integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas. Y entonces pensó: ¿no será que esa zona de la ciudad es ingobernable y cualquiera puede ir y plantarse –exigiendo cualquier tontería- sin ningún castigo?

El papa y los celulares

Garganta recordó la última vez que fue a un restaurante y vio –con asombro- a las familias de las mesas vecinas atentos a las conversaciones ¡¡en sus celulares!!
Y garganta también leyó con atención los últimos dichos del Papa sobre la calidad de convivencia en las familias. Francisco dijo que las familias ya no se sientan a la mesa juntas, y que si llegan a hacerlo, los hijos están pegados a los celulares y ya no platican entre ellos.
Por esa razón, Garganta coincide con el Papa cuando dice que eso ya no “es una familia, sino una pensión”. Y también se pregunta si debiéramos hacerle caso al estudio del Instituto danés de Investigación de la Felicidad, que asegura que la gente que dejó de usar Facebook por una semana, se sintió más feliz y pudo restablecer sus relaciones familiares y sociales.

Luego de esa revelación, Garganta se siente ansioso y presionado por la posibilidad de olvidar a sus miles de “amigos” en Facebook.