¿Quién paga el circo de Cuauhtémoc Blanco?

Hace unas horas, el alcalde de Cuernavaca –Cuauhtémoc Blanco–, apareció en todos los medios digitales.

Contrario a lo que muchos pensarían, la nota del alcalde Blanco no tiene relación con el trabajo que desempeña por los morelenses, con algún proyecto de gobierno o con alguna inversión considerable que el presidente municipal hubiera conseguido para su gente. No. En realidad, Blanco dio la nota porque regresó al campo de fútbol.

Como lo escucha, además de gobernar la capital de Morelos –una de las ciudades más violentas del país– Cuauhtémoc Blanco tiene tiempo para jugar futbol de manera profesional.

Y aunque, de suyo, el asunto es cuestionable; lo cierto es que resulta más llamativo tratar de entender por qué hay tantos tan interesados en lo que Cuauhtémoc Blanco hace y deja de hacer. O si lo prefiere, se antoja más relevante saber quién está detrás de la botarga que despacha en el ayuntamiento de Cuernavaca.

Sin duda es peculiar que un futbolista gane la elección de alcalde en una ciudad como Cuernavaca; pero es todavía más sintomático que Blanco lograra enfrentarse al gobierno del estado –en el tema del mando único–, que pudiera crear una figura parecida al “vice alcalde” y entregara el cargo a su manager deportivo y, ahora, que regrese a las canchas en un evidente descuido de sus labores como servidor público.

Por donde lo mire, alguien opera atrás del señor Blanco. Alguien le dice al futbolista qué balones patear y, además, se asegura de que todo lo que “el Cuauh” dice o hace logre cobertura de los principales medios de comunicación.

No hay duda, Cuauhtémoc Blanco es capaz de “dar la nota” por sí solo. Aun así, es francamente extraño que el futbolista atraiga más reflectores que el propio gobernador, que cometa tantos errores y pueda seguir adelante con su gobierno y que logre ponerse al tú por tú con poderes mucho mayores al suyo.

Una de dos, o Cuauhtémoc Blanco es una revelación de la política o alguien muy poderoso empuja su carrera política, ¿usted con cuál se queda?