¿Quiénes serán los primeros clientes de la Ley de austeridad?

Los gobernadores y alcaldes de México deben estar preocupados. Y es que este jueves, la Cámara de Diputados avaló –con 382 votos a favor y 32 abstenciones de Morena–, la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades y Municipios.

Luego que el martes el proyecto sufrió algunos cambios en la Cámara de Senadores, la Ley de Disciplina Financiera –que originalmente fue presentada por el presidente Enrique Peña Nieto–, regresó al Ejecutivo para su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Con esta Ley de Disciplina Financiera –entre otras cosas–, se amarrán las manos a los alcaldes y gobernadores que incurren en actos de corrupción o que utilizan de manera incorrecta los recursos públicos. Además, los estados y municipios deberán inscribir y publicar sus créditos de manera oportuna y con transparencia a través de un Registro único de Deuda para medir el nivel de endeudamiento.

De cumplirse a cabalidad la nueva ley, algunos preguntan, ¿qué presidentes municipales y gobernadores serán los primeros “clientes” de esta Ley de Disciplina Financiera de las Entidades y Municipios? Recordemos que en prácticamente todos los estados, los funcionarios tienen cola que les pisen.  

Chihuahua, por ejemplo, es el estado con más deuda pública. El gobernador César Duarte, quien dejará el cargo en unos meses, arrastra pasivos por el 8.9 por ciento de su producción.

Y en una lógica similar –de acuerdo a sus niveles de deuda–, estos serían los primeros estados que tendrían que ser investigados bajo la nueva ley:

Quintana Roo –con deuda del 8.5 por ciento–; Coahuila –con el 6.6 por ciento–; Chiapas, 6.0 por ciento; Nayarit, 5.5 por ciento; Nuevo León, 5.2 por ciento; Veracruz, 5.0 por ciento; Oaxaca, 4.8 por ciento;  Sonora, 4.5 por ciento; Michoacán, 4.3 por ciento; Zacatecas, 4.0 por ciento; Baja California, 3.7 por ciento; Durango, 3.6 por ciento y Colima, 3.2 por ciento.

De acuerdo con cifras del IMCO, los estados y municipios generan el 16 por ciento de los ingresos nacionales, pero ejercen el 44 por ciento de los egresos. Es decir, que se endeudan más de lo que producen.

Pero la cosa no termina aquí. Además de estas entidades, hay muchos gobernadores –y ex gobernadores–, que tendrían que pasar por la “prueba de la disciplina”. Por ejemplo, Humberto Moreira, cuya deuda en Coahuila llegó al 11.96 por ciento, la más alta registrada. Moreira dejó una megadeuda de 33 mil millones de pesos.

Lázaro Cárdenas Batel, exgobernador de Michoacán, aumentó la deuda del estado –del 2002 al 2008– en 4.323 por ciento.

Durante el gobierno de Juan Sabines, quien gobernó Chiapas del 2006 al 2012, el débito creció 1.762%.

El gobierno nayarita de Ney González, de 2005 a 2011–la deuda se incrementó 1.423 por ciento.

Cabe señalar que Guillermo Padrés –exgobernador de Sonora– dejó una deuda de alrededor de 30 mil millones de pesos.

¿Alguno de estos mandatarios –o estados– se convertirán en los primeros “clientes” de la nueva Ley de Disciplina Fiscal?