¿Quiénes son la familia LeBarón?

En 2009 la familia LeBarón fue víctima de la violencia, cuando asesinaron a uno de sus integrantes llamado Benjamín

Especial

La familia LeBarón –que el lunes 4 de octubre fue víctima de una masacre por parte de un grupo del crimen organizado, que dejó como saldo 12 personas muertas– arribó al noroeste de Chihuahua hace más de 90 años.

Fue en 1924, cuando Alma Dayer LeBarón, miembro fundamentalista mormón, fundó la colonia LeBarón de Nuevo Casas Grandes. Esto después de abandonar Estados Unidos, dado que no querían desprenderse de la tradición polígama. 

Asimismo, en 1955 dos hijos de Alma, Joel y Ervil LeBarón, decidieron fundar una iglesia mormona; aunque después hubo rencillas entre ellos, que generaron la intentona de Ervil de asesinar a su hermano, pero antes de que lo pudiera conseguir fue detenido y estuvo preso tanto en México como la Unión Americana.

Durante mucho tiempo la familia LeBarón pasó desapercibida, hasta el año 2009 cuando secuestraron a Eric LeBarón, mismo que liberaron gracias a una serie de protestas encabezadas por su hermano, Benjamín LeBarón.

Sin embargo esto trajo terribles consecuencias para la familia, porque el 7 de julio de aquel año, secuestraron y asesinaron a Benjamín junto con su cuñado Luis Widmar Stubbs. A partir de ese momento Julián LeBarón tomó un rol de activismo.

Después de ese incidente, Julián LeBarón, decidió unirse al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta y escritor Javier Sicilia; incluso recorrió varias partes de país a su lado.

Sin embargo, en el 2012,  LeBarón, decidió desvincularse de dicho movimiento, argumentando que se había politizado demasiado; en consecuencia optó por  continuar con sus actividades de activista individualmente. 

Cabe señalar, que en la región del país antes mencionada la familia LeBarón, ha sido reconocida por su incursión en la política y frecuente apoyó hacia los campesinos

Es lamentable que una comunidad y familia como la de los LeBarón haya pasado por un  suceso tan terrible, sobre todo porque la tragedia ya los ha golpeado con anterioridad; solo resta que las autoridades les entreguen la justicia, que desde hace una década, les han quedado a deber. 

Con información de Milenio y Blog del Pueblo