La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, presume ser una científica que tenía como prioridad el defender el medio ambiente de la capital mexicana durante su administración, y uno pensaría que gracias a sus “conocimientos” el problema de la contaminación no representaría ningún problema.
Sin embargo, a lo largo de la semana pasada sus políticas ambientales fallaron al no reducir los altos niveles tóxicos del aire; lo que provocó que escuelas públicas y privadas de todos los niveles educativos tuvieran que suspender actividades con tal de salvaguardar la salud de sus alumnos.
Este hecho representó la primera “prueba de fuego” que afrontó Sheinbaum Pardo en lo que va su gobierno, y tras fracasar también significó su primer gran tropiezo ya que las medidas que implementó no revirtieron la crisis ambiental por la que atravesó la CDMX.
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Con ello, la imagen de la mandataria capitalina, y candidata predilecta del presidente Andrés Manuel López Obrador, quedó dañada por su tardanza en adoptar medidas, de las cuales no solucionaron el problema, y por la falta de autocrítica ante una crisis que, según expertos, se veía venir.
¿De verdad, con esto Sheinbaum cree que merece ser candidata presidencial?
¿Cuándo entenderán que los gobiernos encabezados por algún militante de Morena está destinado al fracaso?
Comenzando con el gran mentiroso y farsante de Palacio Nacional.
