REVISTA CÁÑAMO; LOS DOS SE EQUIVOCAN

Los hechos. 

La Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación considera que la revista Cáñamo –una publicación sobre la cultura de la cannabis– fomentaría hechos contrarios a la moral y a las buenas costumbres.

Por lo anterior, la SEGOB solicitó a la PGR que determine si la publicación es lícita.

En sus editoriales, la revista Cáñamo –que circula desde hace tres meses– sostiene que su objetivo es aportar una visión nueva del uso de la mariguana.

Sin embargo, para la secretaría de Gobernación, la publicación hace una apología del consumo de la marihuana con fines recreativos y se expone técnicas de producción y autocultivo del canabis.

Por lo anterior –y ante la posibilidad de perder el permiso para circular– los representantes de Cáñamo deberán presentar alegatos en su defensa.

La opinión.

La revista Cáñamo, amparada por la libre expresión, tiene el derecho de publicar los contenidos que elija. Sin embargo, se equivoca al utilizar el trillado argumento de que su objetivo es difundir usos alternativos del cannabis. Si su intención es hablar a los consumidores de mariguana, no le vendría mal reconocer el hecho. Después de todo, la falsa mojigatería del presunto uso medicinal o científico de la mariguana los exhibe como deshonestos.

Por otro lado, la secretaría de Gobernación también se equivoca al hablar de buenas costumbres y moral. Ese discurso es más adecuado en una institución religiosa, no en un representante del Estado. Además, la incongruencia de la Segob es incluso mayor si consideramos que un político –como los que trabajan en dicha secretaría– es el menos adecuado para hablar de las buenas costumbres.

Por eso, si bien las dos partes tienen algo de razón, también es cierto que en el caso de la revista Cáñamo, ambas se equivocan.