Ricardo Alemán, Premio Nacional Del Embute

Nuestros amigos de Tamaulipas nos dedican otra serie de calumnias en su sitio Hijos de Don Marcial. Reproducimos el texto completo.


 

Ricardo Alemán, premio nacional del embute

Cuando se habla de los términos “periodismo” y “chayote” en México, es inevitable asociar estas palabras juntas a uno de los máximos exponentes del embute en el país: Ricardo Alemán

Ricardo Alemán, el periodista mediocre que cuenta las realidades según el cliente de ocasión, al igual que una sexoservidora que realiza las fantasías sexuales de acuerdo a las filias del cliente en turno. Ricardo Alemán el lacayo de los corruptos, el perro rabioso, el incongruente, el intolerante.

La labor del periodismo de alquiler cambió radicalmente con la llegada de las redes sociales, la comunicación unilateral paso a ser bidireccional, sacando lo mejor (o lo peor) de los periodistas al interactuar en un foro virtual de diálogo abierto, en igualdad de condiciones entre participantes.

¡¡Mira mamá, Ricardo Alemán es TT!!

Vender percepciones a modo dejó de tener la eficacia de una columna en el reciente pasado.

Este año, Ricardo Alemán fue tendencia en la red social Twitter en al menos dos ocasiones en junio y noviembre. Su pretendida línea de distorsionar hechos a favor de sus clientes en turno le fue contraproducente al ser exhibido como un intolerante, falto de ética, que no puede comprobar sus dichos, sustentar sus difamaciones, la prostituta del periodismo fue destapada y vapuleada en público en las dos ocasiones.

El próximo premio nacional del embute debe aprender que las tendencias en Twitter se deben a un algoritmo que detecta los tweets como orgánicos y espontáneos, antes de descalificar y despotricar en público, evidenciando ser un ignorante y farsante.

El lenguaje soez que usa en redes contra detractores, es el mismo que usa en las “notas” a personajes bajo encargo, ser visceral e intolerante es su naturaleza, en sus “críticas” a modo lo mueve el chayote, por eso se ha ganado el mote de “perro” en redes sociales este vulgar “comunicador”.

Los narcodólares

En el último lustro, Ricardo Alemán ha sido exhibido por las millonarias dádivas que recibe de gobiernos y políticos, aun así, el nivel de cinismo de este falto de solvencia moral y ética que se dice “periodista”, ha rebasado los límites hasta llegar a promocionar abiertamente al senador ligado al crimen organizado en Tamaulipas.

¿Sabrá que los dólares que recibe del “Señor de los cuernos” pueden tener origen ilícito? De confirmarse las investigaciones que llevan a cabo agencias de gobierno del país vecino y la PGR en México sobre Francisco García Cabeza de Vaca habrá que agregarle “lavado de dinero” al sucio currículo de Ricardo Alemán.

¡¡Ladren perros!!

Quien llama “intolerantes” a quienes debaten y evidencian sus pifias recurre a prácticas cobardes para eludir el escrutinio público, basta con hacer una búsqueda en la red social Twitter con los términos “bloqueo @RicardoAlemanMx”.

Entre los resultados destacan los calificativos recurrentes de: “zángano”, “mercenario”, “chayotero”, “intolerante”, “jodido periodismo”, “vendido”, “falso periodista”, “viejo pedorro”, un largo etcétera, así como una imagen muy familiar para quienes osamos cuestionar sus embutes.

Verde chayote

El verde es un color que le combina a Ricardo Alemán, el chayote con patas ama los dólares, adquiere el tono de Hulk cuando sus detractores evidencian sus pifias, llama “bot” a quien debate sus opiniones pagadas en un intento por ocultar su más que evidente prostitución periodística.

Se victimiza, se dice acosado. El periodismo y teatro convergen en sus declaraciones frente al micrófono en la radio, pero hacerlo en redes sociales no le conviene, busca espacios tramposamente para creerse sus propias mentiras, llega incluso a hacer un ejercicio de “transparencia” donde cínicamente acepta que es un periodista vendido.

Suelten al perro

El perro de pelea favorito de los corruptos es arrojado a la jauría de lectores una y otra vez, pretendiendo cambiar la percepción pública sobre hechos o personas, ¿Acaso este señor no sabe de su miserable reputación en el periodismo? NADIE COMPRA SUS MENTIRAS.