Uno de los implicados en la renuncia del ahora ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, fue el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, quien fue cuestionado por diversos medios de comunicación sobre su aparición en la carta de Urzúa.
Romo, en respuesta, aseguró que no cuenta con el conocimiento de los conflictos que el ex canciller pudiera tener con su persona. Posterior a ello, no contestó más preguntas y decidió evadir las cámaras, no sin antes decir “nombre, no me dejan” en referencia a los elementos del Ejército Nacional que lo resguardaba.
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Al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, Romo no ha querido revelar cuáles fueron las causas que hicieron que uno de los representantes más importantes del gabinete del tabasqueño prefiriera dejar su el cargo.
