A pesar de que el Gobierno de Michoacán promulgó recientemente la Ley para una Cultura de Paz y Prevención de la Violencia y Delincuencia, en el estado se ha dado un repunte de delitos relacionados con el crimen organizado.
De acuerdo con las autoridades del estado, con esta ley se pondrá atención a la inseguridad y a los factores generadores de la violencia. Además que se asignarán nuevas responsabilidades al Consejo de Seguridad Pública, al Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública y al Centro de Prevención del Delito en Michoacán.
Pero en los últimos días se ha dado una reciente oleada de violencia en la capital del estado, que a decir de José Martín Godoy Castro, procurador general de Justicia de Michoacán, se debe a la detención de un líder criminal de la región de Lázaro Cárdenas.
Ante estos sucesos—que causaron la muerte de algunos criminales y heridas a algunos policías—, el procurador michoacano declaró a Quadratín que “esto debe ser una llamada de atención para todos nosotros; evitar que vuelva a ocurrir”.
Pero, ¿Acaso el estado es incapaz de brindar seguridad a los michoacanos? ¿Se busca culpar al Gobierno federal por omisiones locales? ¿Qué pasa en los municipios?Además algunos se cuestionan, ¿Dónde quedó la estrategia por la seguridad en Michoacán, a cargo de Alfredo Castillo?
Y a los delitos cometidos por criminales, se suma el vandalismo de normalistas en el centro del estado; el intento de secuestro de dos jóvenes y el asesinato de un sacerdote que fue reportado desaparecido en días pasados.
Al respecto, el gobernador del estado, Silvano Aureoles, apuntó que continúa el fortalecimiento de la estrategia conjunta en todas las regiones de la entidad para garantizar la tranquilidad de las y los michoacanos. Y desmintió que exista un toque de queda en Michoacán.
