Se perfila el “imperio morenovallista” en Puebla

Este martes, el dirigente nacional del PAN, Damián Zepeda confirmó que Martha Érika Alonso, esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle, será candidata al gobierno estatal, mientras que el otro aspirante Eduardo Rivera Pérez, será el candidato a la Presidencia Municipal de la capital del estado.

Según se informó, la decisión fue tomada con base en una serie de valoraciones cuantitativas y cualitativas para lanzar al mejor posicionado.

Esta postulación se da en medio de críticas que se realizaron por parte de diferentes actores. Un primer caso fue el Senador Javier Lozano, quien se perfilaba como un aspirante a la gubernatura y formaba parte del equipo del exgobernador Moreno Valle. Lozano había advertido que dejaría el PAN si Moreno Valle no era el candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente” y finalmente lo cumplió.

A unos días después de las declaraciones del Senador Lozano, el aspirante presidencial de Morena Andrés Manuel López Obrador anunció que ya existía un acuerdo previo para que Moreno Valle “se bajara” de sus intenciones a ser candidato presidencial del PAN:

“En Puebla, Rafael Moreno Valle quiere dejar a su esposa de candidata, que es la parte de la negociación que hizo con Ricardo Anaya. El PAN está en una grave crisis de identidad, no está en los ideales de quienes fundaron al PAN como Manuel Gómez Morín y otros fundadores del PAN, yo creo que si ven casos como el de Moreno Valle y Yunes Linares se vuelven a morir”, afirmó el tabasqueño.

Estas dos afirmaciones y los trascendidos en diversos medios, daban detalles de una negociación Anaya-Moreno Valle en relación a quien encabezaría el Frente Ciudadano.

En reiteradas ocasiones, Anaya negó el pacto para entregar a Martha Érika Alonso la candidatura al gobierno de Puebla a cambio de la declinación de las aspiraciones presidenciales de Moreno Valle.

Sin embargo, la postulación de Alonso deja claro que el pacto existió. Y que a cambio de bajarse de la contienda presidencial, Moreno Valle tendrá la oportunidad de consolidar un imperio en Puebla: tras dejar el poder, impuso a Antonio Gali como sucesor; y ahora quiere que su esposa continúe su legado.