Se tambalea la Constitución de la Ciudad de México

El problema de la poca viabilidad de la nueva Constitución de la CDMX –propuesta por Mancera como uno de sus grandes proyectos políticos-, no son los diputados faltistas, tampoco aquellos a los que les vale madre el tema, y mucho menos los ignorantes en la materia.

No, la poca o nula viabilidad de la propuesta que discutirán los constituyentes es la “aberración política y jurídica” de más del 90 por ciento del articulado.

Es decir, que, según distintos juristas y conocedores de la cosa legal, los redactores del proyecto presentado al Pleno de la Constituyente “no tienen la menor idea de la barbaridad que redactaron”.

Y es que si bien el proyecto que se presentará a discusión es sólo eso, un proyecto, lo cierto es que si son rigurosos y congruentes los integrantes de la Constituyente, deberán tirar todo ese articulado y empezar de cero.

Según especialistas jurídicos y constitucionalistas, gran parte del articulado atenta contra derechos y libertades básicas ya contenidos en la Constitución. En otros casos, se plantean nuevos derechos que, en rigor, la Carta Magna y los distintos códigos penales consideran como delitos.

Además, en el articulado es evidente la tentación populista en el articulado es evidente la tentación populista de temas como el ambulantaje, el desempleo, la prostitución, y hasta la indigencia.

Por ejemplo, industrias como la renta de departamentos y casas habitación, que por casi medio siglo fue ahorcada por las llamadas “rentas congeladas” sería llevada a la ruina ya que se propone volver al esquema de hace medio siglo, cuando el propietario de un inmueble en renta está en indefensión ante el arrendador.

Es decir, que si un ciudadano que renta un departamento se inconforma ante la autoridad por el incremento del costo de la renta, la autoridad obliga al dueño del inmueble a mantener el precio.

Otro ejemplo, es que se elevan a rango constitucional derechos como “el ambulantaje”, “la prostitución” y “la indigencia”, cuando son actividades que claramente se desarrollan, en la práctica, en un territorio de ilegalidad y claroscuros jurídicos.

Por todo lo anterior –entre muchos otros ejemplos–, entre constituyentes de todos los partidos empieza a surgir la inquietud de rechazar todo el paquete propuesto por el gobierno federal y, en cambio, partir de cero.

Sin embargo, esa posibilidad convertiría la Constitución de la CDMX en un proyecto inalcanzable en la actual gestión de Miguel Mancera.

Al tiempo.