SEDENA apuesta por un Ejército de avanzada

La secretaría de la Defensa Nacional argumenta que en el 98 por ciento de los golpes al crimen organizado han participado sus elementos.
Además, la SEDENA ofreció disculpas cuando se hizo público que dos de sus soldados torturaron a una presunta secuestradora.
Y para rematar, la misma SEDENA anunció que, en los últimos cinco años, han procesado a más de 500 elementos por supuestas prácticas de tortura.
¿Qué quiere decir todo esto?
Por un lado, que la SEDENA cumple con su labor.
Que la Secretaría de la Defensa sigue la ruta de la modernidad.
Que México podría tener, muy pronto, un Ejército maduro; unas fuerzas armadas del primer mundo.
Pero también, que las fuerzas del orden se reducen al Ejército y a la Marina.
Es decir, que no existen policías municipales o estatales capaces de contener a los delincuentes.
Que tampoco existe un mando único capaz de garantizar la seguridad de los mexicanos.
Y que no hay las capacidades para frenar a los delincuentes con dependencias que no sean la SEDENA o la SEMAR.
Por eso, aunque a muchos no les guste, los soldados deben seguir en la calle.
Por eso, aunque a muchos les pesa, la SEDENA hace su parte y demuestra que tiene la madurez y la sensibildiad para desempeñar un trabajo que quizá no le corresponde pero que tiene que hacer.