Este martes, las comisiones unidas de la Cámara de Senadores, aprobaron los dictámenes de leyes secundarias de la Guardia Nacional, por lo que ahora se pasarán al pleno para que sean discutidas y, eventualmente, se aprueben.
Dichos dictámenes contemplan que la nueva corporación de seguridad será de orden civil, se coordinará con el ejército y los gobiernos locales, con la intención de realizar operativos, se desplegará en todo el país, realizará operaciones encubiertas, etcétera.
Por su parte, la Ley Orgánica de la Guardia Nacional, dota al presidente, Andrés Manuel López Obrador, para escoger a los miembros de las fuerzas armadas, que después de cumplir su labor en la Guardia, el mandatario los podrá reasignar a sus puestos en la Marina o la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Para que se respete el orden de carácter civil todos los integrantes de dicha corporación deberán “estár funcionalmente separados de su institución armada de origen y quedar adscritos a la Guardia Nacional, sujeto a la disciplina, fuero civil y cadena de mando establecidos en esta ley”.
Asimismo, los efectivos serán evaluados anualmente y si llegan a involucrarse con el crimen organizado podrían sufrir penas de hasta 60 años de prisión, con 20 años de agravante.
Siguiendo con la Ley Orgánica, los estados y municipios serán los responsables de la coordinación, pero la federación de hará cargo del costo de los despliegues, a excepción de que exista un convenio previo con las entidades.
Mientras que el mando de la Guardia Nacional recaerá en el secretario de Seguridad Pública, pero “contará con un comandante encargado de los despliegues y un órgano de coordinación interinstitucional con las fuerzas castrenses y la Secretaría de Marina”.
También se estableció que para garantizar el mando civil de esta corporación contará con una coordinación en la administración pública general con integrantes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Sedena y Marina.
