Luego de protagonizar una de las escenas más crudas para los primeros seis meses de este 2019, el salvadoreño Óscar Alberto Martínez y su hija Angie Valeria fueron despedidos por sus familiares en su natal país luego de morir en su intento por cruzar las violentas aguas del Río Bravo.
Un gran conglomerado que reunió a familiares, amigos y residentes de San Salvador en el cementerio La Bermeja, en la comunidad de Monseñor Romero, acompañó el viaje de los féretros para descansar en lo que se considera el camposanto de los pobres.
Fueron hasta 300 personas las que la indignante muerte de este padre con su pequeña lograron reunir, quienes cantaron y recordaron con flores a dos salvadoreños que su único “error” fue no tener recursos.
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El cuerpo de ambos fue llevado desde México a El Salvador vía terrestre en donde Tania Ávalos, viuda y madre, ya esperaba a su familia para darles el último adiós.