La jefe de gobierno electa, Claudia Sheinbaum, expresó este día su inconformidad con la planta de termovalorización y el biodigestor para desechos gestionados en el sexenio de Miguel Ángel Mancera.
Sheinbaum Pardo alega que la instalación de dicho proyecto representa a “la mayor deuda que haya adquirido el Gobierno de la Ciudad de México”, porque el costo es de tres mil millones de pesos anuales durante 39 años.
La construcción de la planta ecológica —que sería construida en el bordo poniente—, impulsada en 2017, convertiría mil 500 toneladas de basura en energía limpia cada día y dicha energía sería destinada al Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Tanto Sheinbaum como la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, se manifestaron en contra del proyecto desde un principio con la acusación de que no ha habido transparencia en las licitaciones, por lo que la futura jefe de gobierno advirtió que de no recibir información acudiría al poder judicial.
