A poco más de un día de los ataques terroristas en Bruselas, algunos se preguntan cómo harán los gobiernos para garantizar la seguridad de sus gobernados.
Por definición, los Estados nación tienen el objetivo de asegurar la vida y la integridad de los individuos. Para ello cuentan con el monopolio de la violencia y la fuerza.
No obstante, los actos de terror dejan ver que las instituciones del Estado han sido rebasadas y que al interior del mismo Estado existen grupos capaces de comprometer la efectividad y la razón de ser de las instituciones.
Por eso, insistimos, ¿pueden los Estados cumplir con su deber?
En entrevista para La Otra Opinión, el especialista en asuntos de seguridad, Gabriel Regino, explicó que frente a la amenaza de los grupos y los individuos que apuestan por el terror, los Estados tienen la responsabilidad de incrementar y eficientar los trabajos de inteligencia. Es decir, que a pesar de las condiciones adversas, los gobiernos deben cumplir con su función; deben enfrentar la amenaza del terror, deben actuar con precisión y deben asumir que cada golpe terrorista es la confirmación del fracaso de los sistemas de inteligencia.
En resumen, Gabriel Regino insiste que los ataques terroristas no sólo se pueden prevenir sino que es obligación de los Estados evitar que ocurran.
