Luego de saberse perdedora, la primera ministra británica, Theresa May, detuvo de manera inesperada la votación parlamentaria que pretendía desglosar el acuerdo del Brexit, con lo que desató un caos en la decisión que había tomado RU de retirarse de la Unión Europea.
El puesto de la primera ministra también corre peligro con esta decisión, a pesar de que considera continuar con las negociaciones ante legisladores y así evitar las presiones de su cese por parte de la oposición.
May asegura que su prioridad es mantener las garantías que la UE prometió, principalmente la de evitar una frontera dura en la isla de Irlanda. Ante ello, los opositores están seguros que el único logro será estar sometido ante las reglas de la UE luego de su salida.
“Aplazaremos la votación agendada para mañana y no procederemos a dividir la Cámara en este momento”, afirmó Theresa May.
Con esta decisión, la libra esterlina cayó hasta el nivel más bajo registrado en el último año y medio: de 1.50 dólares a 1.2527.
Asimismo, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, pidió incesantemente la renuncia de la primera minista ya que considera que este es un gobierno que no funciona.
