Los miembros de la autodenominada Cuarta Transformación no paran de contradecirse y es que, si mal no recordamos, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador acusó en las elecciones de 2012 que el monopolio de Televisa había impuesto al expresidente, Enrique Peña Nieto, en el poder.
Pues bien, no conforme con censurar a periodistas, medios y hasta realizadores de series, resulta que ahora es muy amigo de empresarios de esta casa productora, tanto así que decidió que el mejor lugar para reunirse con Jared Kushner, yerno y asesor del presidente Donald Trump, sería en el domicilio de Bernardo Gómez.
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Gómez Martínez es vicepresidente de Grupo Televisa y es la mano derecha del presidente, Emilio Azcárraga, quien parece tener el perdón del presidente pues ha sido uno de los pocos medios que no han tenido problema alguno con Obrador.
¿Será que ahora Azcárraga tendrá de asistente a Marcelo Ebrard? ¿ya se le habrá olvidado al dueño de la televisora todas las declaraciones del tabasqueño durante el sexenio de Peña? Como cuando dijo que la Ley Telecom era el pago de EPN a Televisa por ponerlo en el poder.
