Temixco; ¿de qué tamaño es la crisis?

Todo el mundo sabe que Gisela Mota –la alcaldesa de Temixco, en Morelos–, fue asesinada a las pocas horas de haber asumido el cargo.

Todo el mundo sabe que, según el gobernador Graco Ramírez–, a Gisela Mota la mató el crimen organizado.

Y todo el mundo sabe que el crimen de Gisela Mota ocurrió en medio de una acalorada disputa en torno a la implementación del Mando Único en Morelos.

Sin embargo, lo que pocos explican es el tamaño de la crisis que se vive en Temixco. Es decir, qué tan grande son la influencia y el poder del crimen organizado? ¿cómo se explica que los delincuentes asesinen a una alcaldesa que recién llegó al cargo?

En entrevista para La Otra Opinión, José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano Para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC, explicó que los esfuerzos del gobierno de Morelos para contener la violencia y al crimen organizado son insuficientes.

Prueba de ello es que, durante el año pasado, Temixco ocupó el sexo lugar nacional en incidencia de secuestros. En homicidios, Temixco aparece en el puesto 31, en violación está en el lugar 95 y en robo con violencia ocupa el 73.

De acuerdo con la suma de delitos de alto impacto, Temixco ocupó el lugar número 78 entre los municipios más violentos del 2014. A su vez, el estado de Morelos apareció como el número uno en la lista.

Por eso insistimos, ¿qué espera el gobierno de Morelos para voltear a ver las evidencias? ¿qué espera el gobernador Graco Ramírez para reaccionar frente a los números de la incidencia delictiva? Si los números demuestran que Morelos es la entidad más violenta y que cuenta con algunos de los municipios con mayor número de delitos –como Cuernavaca que encabeza las listas–, ¿por qué los políticos parecen ajenos al problema?

Las cifras no mienten, ¿por qué la autoridad parece empecinada en defender una realidad que no existe?