Top 5: Políticos en estado de Ebriedad

Nuestros políticos siempre están dando de qué hablar, ya sea por sus propuestas o sus malos gobiernos, pero en algunas ocasiones se quedan grabados en nuestra memoria por sus altibajos, y sobre todo a la hora de combinar el alcohol y la velocidad.

El más reciente caso es el del dirigente estatal del PRI Alberto Martínez González, quien fue destituido de su cargo tras chocar su auto por manejar en estado de ebriedad y ser evidenciado en video.

¿Pero qué otros políticos han sido captados con una copas de más?

Cómo no recordar a Anuar Selmen González, precandidato del Partido Verde a la presidencia de Jalpan de la Serra, Querétaro, quien fue evidenciado a inicios de este año con botella en mano, con un fajo de billetes y enviando un cordial saludo a los “pinches jodidos asquerosos”.

Claro que después de ser cesado de las filas de su partido, aseguró a los medios que se trataba de una broma; que así se llevaba con sus amigos; y que la grabación fue sacada de contexto para perjudicarlo. ¿Será?

Félix Salgado Macedonio diputado perredista de Guerrero en el año 2000, fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol y causar disturbios en la vía pública.

En la grabación de su detención aseguró que los mismos policías fueron quienes lo obligaron a beber, además de haberlo torturado dándole toques en los testículos. Pero supo aprovechar bien su lanzamiento a la fama y tiempo después realizó temas como “la cumbia del peje”.

En mayo del año pasado, tocó el turno del entonces candidato del PT a la gubernatura del Estado de México, Óscar González Yañéz, quien fue captado en su camioneta conduciendo ebrio y diciendo a los oficiales “¡Con el PT no te pases de vivo maestro!”

Y para finalizar, una joya que no podíamos dejar atrás, pues como olvidar al comisionado para la reconstrucción de la Ciudad de México tras el sismo del pasado 19 de Septiembre, Ricardo Becerra.

El comisionado, llegó ebrio a una junta con los vecinos de la delegación Benito Juárez, del edificio Zapata 252, y les aseguró que el inmueble sería demolido, pero lo que no sabían, era que había confundido el archivo con el de otro edificio que sí sería demolido.

Becerra aceptó haberse tomado unos mezcales con los vecinos “pues ellos se lo ofrecieron” y por supuesto no pudo negarse.