Este 18 de enero se llevó a cabo la “marcha de la vida” en la ciudad de Washington, pero este año tuvieron dos participantes muy peculiares, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el vicepresidente Mike Pnece.
“Cuando miramos a los ojos de un niño recién nacido, vemos la belleza, el alma humana y la majestuosidad de la creación de Dios. Sabemos que toda vida tiene sentido”, indicó Trump en el mitin al final de la marcha.
Por su parte el vicepresidente Pence a un lado de su esposa, Karne, indicó que esta nueva generación de norteamericanos restaurará el derecho a la vida.
“El presidente Trump es el presidente más provida de la historia del país. La vida está ganando de nuevo en Estados Unidos”, dijo Pence
Entre los asistentes estaban jóvenes, familias con hijos y representantes de distintas congregaciones religiosas. Todos ellos seguidores de Trump y abiertos votantes del Partido Republicano
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca el movimiento en contra del aborto ha tenido un impulso en el país, y los activistas consideran que el nombramiento de dos jueces conservadores en el Supremo en los últimos dos años acercan la posibilidad de que se revise la legalización del aborto.
