Una Oposición Leal

Tras la toma de posesión de la presidencia de la república por parte de Andrés Manuel López Obrador, la incertidumbre aumenta.

Y la inquietud en el pueblo mexicano va en ascenso, no sólo por lo ya difundido en cuanto a política económica, sino por lo realizado hasta ahora, a través de la mayoría en el congreso, no sólo por el nuevo rumbo político, sino por sus operadores, no sólo por las medidas, sino por los modos.

Andrés Manuel López Obrador se está metiendo en camisa de once varas, debido a su forma y estilo para el discurso. Debe recordar que ya es presidente constitucional y deberá gobernar para todos los mexicanos y no sólo para sus partidarios.

Por ende, debe terminar con las etiquetas y muletillas a las que es tan proclive de usar. El país (debería saberlo) es un abigarrado mosaico de ideas y quienes no lo apoyamos no somos la mafia del poder, ni fifís, ni conservadores, somos mexicanos, tanto como lo es él y amamos en consecuencia a nuestra patria, tanto o más de lo que él mismo es capaz.

La diferencia es que nosotros queremos darle un rumbo distinto, rumbo que no fuimos capaces de tomar, debido a que no supimos ponernos de acuerdo entre nosotros para determinar quien debía llevar a cabo esta tarea; y como consecuencia de nuestra indecisión, es que pudo acceder al poder.

Pero bueno, esa es otra historia y los mexicanos aceptamos avenirnos a los preceptos de la democracia y por tanto, lo reconocemos en su calidad de titular de la primera magistratura de la nación.

Pero es indispensable precisar, que no le permitiremos hacer lo que le venga en gana. El presidente debe saber que lo acompañaremos, que vamos a cuestionarlo, que vamos a criticar, pero también sabremos reconocer y aplaudir los aciertos y apoyar en lo que sea menester, para beneficio de nuestro país y sus habitantes.

Es decir, que haremos lo que corresponde hacer a una oposición responsable y consciente de la relevancia de su tarea.

No vamos a darle carta blanca para nada, pero tampoco habrá cerrazón ni negación a ultranza. Deberemos hacer los mexicanos del diálogo y la negociación una costumbre y no una excepción.

En Inglaterra se habla de la leal oposición a su majestad y la denominación ilustra el valor que los ingleses conceden a la crítica y el cuestionamiento de la autoridad establecida, que si no tiene límites, se convierte en dictadura. Tal es lo que no permitiremos que suceda jamás en nuestro país.

Reciba pues el presidente López Obrador la certeza de nuestra adhesión a los más grandes intereses de México y tenga claro que seremos los primeros en apoyarlo, cuando sus disposiciones se dirijan a buscar la felicidad de nuestras sufridas pero mal informadas y manipulables mayorías.

Aquí estamos, aquí estaremos Señor Presidente. Jamás podrá quejarse de estar sólo. Nosotros siempre estaremos a su lado, siguiéndolo de cerca. De eso puede estar seguro…

Dios, Patria y Libertad