A través de una recreación de lo que podrían ser las operaciones aeronáuticas simultáneas entre la actual Base Aérea de Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), se confirmó que las trayectorias de aproximación representarían un riesgo latente de colisión y una inadecuada separación vertical entre los tráficos en dicho espacio aéreo.
Los estudios que ha realizado el centro estadounidense de investigaciones sin fines de lucro MITRE, ha dejado en claro que la postura del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, por la no construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco y la operación simultánea de los aeropuertos antes mencionados, serían prácticas peligrosas e inviables.
La problemática de saturación del AICM, ha obligado a la actual administración federal a iniciar la construcción del Nuevo Aeropuerto, siendo actualmente la zona más factible, según expertos.
Sin embargo, la necedad del fundador de Morena, quien en campaña insistió en la cancelación en la construcción del NAICM –en esos tiempos sin fundamento y estudios-, apuesta porque las operaciones se realicen simultáneas entre ambas terminales.
La idea de López Obrador –además de su dichosa consulta popular– es que la Base Aérea de Santa Lucía opere vuelos internacionales y el actual Aeropuerto Lic. Benito Juárez, sea exclusivamente para operaciones nacionales.
No solo los expertos como MITRE lo han advertido, también el Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM) y la Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO), se han opuesto a las ideas de López Obrador con respecto al tema.
