VIOLENCIA DE GÉNERO ¿MALTRATO HACIA LOS HOMBRES?

La semana pasada circuló en las redes sociales un video en donde se observaba como una mujer golpeaba a su novio cuando se encontraban en pleno vuelo por haber mirado a otra chica. La mujer enfurecida golpeaba a su pareja con una notbook en la cabeza, mientras el hombre trataba de ponerse a salvo.

La escena sorprendió a los pasajeros del avión así como a los aficionados a las redes sociales, ya que es poco común que un hombre sea víctima de violencia por parte de una mujer y menos que esta mujer sea su pareja.

Por lo general, cuando se tiene referencia que una fémina está siendo violentada por su consorte produce diversas emociones en el público observador; por un lado sentimientos de solidaridad y protección hacia la mujer y, por el otro, odio y rechazo hacia el hombre que protagoniza dicha violencia.

Ahora bien, ¿qué sucede si el que está siendo víctima de violencia por parte de su pareja es el hombre?, ¿las personas de su alrededor reaccionarían con la misma solidaridad hacia el hombre violentado y enojo hacia la mujer que protagoniza el maltrato?

La violencia de género se ha definido como sinónimo de maltrato hacia la mujer; sin embargo, el concepto no sólo tiene que ver con el maltrato que un hombre pueda ejercer sobre ellas, este concepto también abarca al hombre —género igual a hombre o mujer—-, pero no como verdugo sino como víctima de violencia por parte de su pareja.

La violencia esta en relación con una situación de dominación-sumisión en la que alguien más poderoso y fuerte intenta someter a alguien más débil por la fuerza.

¿Será por esto que se vuelve difícil, hasta llegar a la invisibilidad,  el pensar que un hombre pueda ser víctima de violencia, abuso, sometimiento y maltrato por parte de su pareja?

El maltrato a los hombres es un fenómeno que cada día se presenta con más frecuencia dentro de la relación de pareja pero que, sin embargo, poco o casi nada se habla de él.

La dificultades con las que se tropieza un varón al hacer publico que está siendo víctima de maltrato, esencialmente estriba en el concepto que se tiene de la masculinidad en un país con una cultura machista como el nuestro.

La masculinidad se define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son característicos del varón en una sociedad determinada.

El hombre con una masculinidad hegemónica se caracteriza por ser una persona importante, independiente, autónoma, activa, productiva, y a nivel familiar son proveedores y con un amplio control sobre sus emociones.

Desde la infancia a los niños varones se les enseña que los hombres no muestran signos de  debilidad, tanto con sus pares como con las figuras de autoridad. Desde esta negación de las emociones se prepara al niño para cumplir con su rol de dominación en su relación con las mujeres, por tal motivo, asumir que los hombres también viven violencia perpetrada por su pareja implica un fuerte rompimiento del ideal masculino.

Las causas por las que un hombre permite la violencia por parte de su pareja son diversas y subjetivas, entre las que se pueden mencionar el hecho de que el hombre perdió el trabajo o dejó de ser el principal proveedor en la familia.

También puede deberse a que se encuentre atravesando por algún tipo de depresión que le haga sentirse merecedor de dicha violencia.

Los motivos por lo que los hombres no hablan de ser víctimas de violencia, es porque esa circunstancia los haría ver como castrados —-y seguramente así se sienten—- lo que les resulta más difícil de tolerar.