La cabeza del actual rector de la UNAM, Enrique Graue Weichers, estaría en riesgo por haber expresado su oposición a la promesa electoral de AMLO de aumentar la matrícula de las universidades para que ningún joven se quede sin estudiar.
El funcionario declaró el pasado el pasado 15 de agosto: “no puede ser de inmediato y sin conocimiento de lo que requiere cada región, de la existencia de otras universidades estatales que pueden crecer, autónomas estatales, y de las necesidades del país. Tiene que ser algo conjunto, bien planeado”.
Lo que se afirma de manera extraoficial, es que en repercusión a dicha declaración, se habrían desencadenado hechos desestabilizadores de la UNAM que, inclusive, llegaron a la violencia el pasado lunes, cuando porros y alumnos se enfrascaron en un enfrentamiento que dejó como saldo cuatro estudiantes heridos y 18 expulsados.
El periodo de crisis en la máxima casa de estudios comenzó el pasado lunes 27 de agosto, cuando un grupo de alumnos del CCH Azcapotzalco llamaron a paro estudiantil para exigir la renuncia de la directora, entre otras demandas. A este paro se unió la Prepa 5, que fue tomada por encapuchados y cerrada.
En la lista de los quejosos se establecieron las siguientes demandas:
- La asignación de profesores a grupos que ya a casi un mes del inicio del ciclo escolar no tienen quien imparta las clases
- Denuncian que el hecho de quitar los murales fue una decisión autoritaria sin antes haber consultado a la comunidad
- La destitución de la directora, por desempeñar mal su cargo
- Las constantes agresiones de los llamados porros
- Los pagos que se realizan presentan irregularidades
Ante la paralización fortuita del CCH Azcapotzalco, la directora del plantel, María Guadalupe Patricia Márquez, cedió a la presión y renunció a su cargo tres días después; el jueves 30 de agosto. Sin embargo, el centro de estudios permaneció en paro y los alumnos continuaron con una protesta pacífica en Ciudad Universitaria.
Fue durante esa protesta cuando grupos porriles agredieron a los inconformes con petardos, bombas molotov , piedras y objetos punzo cortantes, hecho que desencadenó una trifulca que acaparó la atención de los medios de comunicación y comprometió la permanencia de Graue Weichers en la oficina principal de Rectoría.
Este martes 4 de septiembre, el día después del enfrentamiento en CU, el rector informó que 18 de los involucrados fueron expulsados y que los hechos de violencia obedecieron a “intereses externos a nuestra Universidad que han asolado nuestras instalaciones en el bachillerato y que vemos hoy penosamente reaparecer”.
Pero, ¿a qué intereses externos se refiere el rector? ¿Significa esto que existe una conspiración como antesala a la destitución de la máxima autoridad universitaria por atreverse a contradecir a AMLO y para que éste pueda designar a otro rector que sí complazca su deseos?