Whataboutism (confundiendo la gimnasia con la magnesia)

Me gustan las palabras. El lenguaje es vivo y se adapta a la realidad que vivimos. Unas cuantas letras comunican una realidad. Tal es el caso del anglicismo Whataboutism”. El término “whataboutism” se usa para describir la táctica de desviar las críticas señalando las fallas en tu oponente, específicamente usando la frase “¿qué pasa con x?. A pesar de que su nombre es en inglés, este tipo de retórica prevalece en las redes sociales de todo mundo. En vez de comentar los temas de importancia, la discusión se aniquila al citar historias que no vienen al caso o desacreditando al autor del comentario.

Estudiosos del lenguaje no han encontrado una palabra equivalente al español, por lo que sugieren adoptar el extranjerismo (guatabautism). En Twitter: @Nextor_666 sugiere como traducción ¿Y que dicen de? O ¿Por qué no hablan de?

El whataboutism es similar a la falacia conocida en latín como tu quoque que quiere decir: Tú también. En vez de refutar el el argumento de tu oponente, argumentas una culpa del mismo. Es una falacia porque independientemente de si el oponente es culpable o no de lo que se le imputa, no demerita el argumento original.

Esta estrategia es una de las favoritas de Vladimir Putin y ha sido usada por los rusos desde la guerra fría. Sin embargo, a ultimas fechas se ha visto con más frecuencia en redes sociales. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, recurre con frecuencia a esta estrategia. Si es cuestionado acerca de sus nexos con Rusia, invariablemente termina hablando de los Clinton. Algo parecido a lo diría mi papá: “No te salgas por la tangente” o “no confundas la gimnasia con la magnesia”. Y es que independientemente de los Clinton, el tema de los nexos de Trump con Rusia, sigue ahí.

El problema con responder una critica con otra, nos deja un problema grave. Las discusiones no llevan a nada y no se puede llegar a una solución. Después de todo ¿para qué discutimos sobre cualquier tema si no es para llegar a un acuerdo? Los desacuerdos son naturales. Pero a la hora de alegar, generalmente, no nos enfocamos en escuchar o buscar una solución sino en tener la razón. Si es evidente que la razón no está de nuestro lado, y no tenemos argumentos para defender nuestras aseveraciones, entonces buscamos desacreditar al otro con argumentos personales, con o sin sustento. Con esta táctica las discusiones se convierten en enfrentamientos y es imposible encontrar soluciones. Si no vamos encontrar soluciones a los problemas ¿Cuál es el punto de discutir? Ninguno, es una pérdida de tiempo. Ruido innecesario en las redes que no tiene nada de positivo. Una imagen habla más que mil palabras así que les dejo algunos tuits que ilustran el whataboutism que abunda en redes sociales. ¿No creen que es momento de cambiar la estrategia?

Buen domingo a todos.