Alrededor de 30 millones de mexicanos pusieron toda su confianza en el candidato que, para ellos, traería a México una verdadera transformación. Apoyaron a ese que dijo que reviviría a Juárez y que sería fiel a los estatutos de Francisco I. Madero.
Pues bien, no es que los obradoristas estén del todo mal pero no hace daño recordarles algunas de las promesas populistas que el tabasqueño realizó en sus años de campaña.
Comencemos con la tan soñada Guardia Nacional, aquella que fue defendida a muerte por el presidente para que fuera aprobada tal como él la soñó, sin embargo no podemos dejar de lado que criticó hasta el cansancio las medidas tomadas desde el sexenio de Felipe Calderón tras la declarada guerra contra el narco, estrategia que continuó Enrique Peña Nieto y que, por supuesto, Obrador condenó hasta afirmar que regresaría al ejército a los cuarteles.
Posterior a ello, despotricó en contra de EPN por los constantes gasolinazos que se dieron a lo largo de su periodo presidencial, tanto así que López Obrador prometió en reiteradas ocasiones que en su gobierno los combustibles no generarían un problema. Ni siquiera hace falta recordar el desabasto, la nula respuesta de las autoridades al no tener detenidos y, por supuesto, la violencia que se desató con su famoso combate al huachicol, además de la terrible explosión en Hidalgo.
Otra promesa que alegró a los mexicanos fue la famosa política de austeridad, en ella aseguró que se encargaría de evaluar gastos innecesarios para que el dinero ahorrado fuera entregado a causas justas, aunque parece que para él gastar casi un millón de pesos en comida es meramente necesario, sobretodo porque rebasa el gasto el propio Peña Nieto para el mismo fin.
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Una de las joyas de la corona se presentó cuando el ahora presidente amenazó con detener a ex presidentes vinculados a delitos de corrupción, hasta anunció que tenía las pruebas suficientes, los “amlovers” no cabían de felicidad; pero poco les duró el gusto cuando el propio AMLO anunció que la consulta para enjuiciar a ex funcionario sería cancelada por falta de pruebas.
Finalmente, la cereza del pastel se dio a conocer el día de ayer cuando en la Cámara de Diputados se aprobó en lo general la reforma de revocación del poder junto a la regulación de las consultas ciudadanas, en ellas se ha aprobado otorgarle al presidente la facultad de aparecer en las boletas de votación en donde los mexicanos “decidirían” si quieren que Obrador continúe en el poder.
Como hemos observado, el tabasqueño no siempre cumple lo que promete –lo cual han hecho todos los demás políticos, con la diferencia de que ellos no prometieron una 4T- y eso que sólo lleva 100 días de gobierno.
