Como cada decisión que ha tomado el presidente Andrés Manuel López Obrador, este mediodía dio a conocer que firmó un memorándum en el que pide el apoyo de las secretarías de Gobernación, Educación Pública y Hacienda para detener el curso de la Reforma Educativa, sin embargo, se requiere mucho más que su firma en un papel para que esto suceda.
Y es que pese a que es el titular del Ejecutivo, el presidente debe recordar que existen otros dos poderes con un mando autónomo de los cuales uno de ellos sí cuenta con la facultad de realizar una reforma constitucional.
Parece que a Andrés Manuel le encanta violentar los artículos establecidos de la Constitución ya que incita a las secretarías a no cumplir con lo que ésta establece porque sí, aunque le pese, la Reforma Educativa es una ley, misma que pretende corromper.
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Y es que según el artículo 135 para que su propuesta sea aprobada debe: “obtener el voto de las dos terceras partes de los presentes en la sesión del Congreso de la Unión, que se acuerden las reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México”.
Sin duda, los asesores del presidente deberán hacer una mejor investigación sobre lo que puede y no hacer el tabasqueño.
