Cuando Andrés Manuel López Obrador ganó las elección presidencial el pasado 1 de julio, uno de sus discursos más emotivos y de mayor júbilo fue cuando dio un agradecimiento “especial” a las llamadas “benditas redes sociales”.
Pues desde su perspectiva, prácticamente fueron estas plataformas de comunicación las que le permitieron conectarse con sus votantes y conseguir los más de 30 millones de votos para lograr ganar –lo que tanto añoró por años– la Presidencia del país.
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No obstante, “las benditas redes sociales” son el canal principal para compartir e informarse de las noticias de diversos medios, de los cuales –últimamente– le incomodan al presidente. Pues todo aquel que lo critique de forma negativa o no comparta su opinión, lo ataca y lo llama “prensa fifí”. Un término similar a lo que se refiere como “prensa falsa”.
Otro personaje que ha hecho de sus ataques a los medios de comunicación una de sus principales señas de identidad, y ha acuñado el término de “noticias falsas” para referirse a la prensa crítica de su gestión es el presidente estadounidense, Donald Trump.
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Estos dos mandatarios, desde su llegada al poder, se han vuelto –indiscutiblemente– intolerantes y enemigos de la prensa crítica. No soportan comentarios negativos, ni que la prensa les cuestione sus decisiones.
“La prensa ‘fifí’ saca de contexto las cosas, sacando las podridas, esa es su postura, porque desde hace mucho tiempo, desde el inicio de México como país independiente han existido dos agrupaciones: liberales y conservadores, siempre, desde hace más de 200 años”, dijo el político tabasqueño el pasado 18 de septiembre en una de sus giras como presidente electo.
“El truco de la prensa fifí, es que sacan una nota y luego van a buscar una reacción. Eso también hay que modificarlo, hacer más investigación y ser más objetivo y que no haya medios tendenciosos. Que los medios estén lo más distante que se pueda del poder y lo más cercano a la sociedad”, apuntó.
Mientras que esta mañana, Trump volvió a atacar a la prensa al señalar que su notas carecen de información, pues no realizan una investigación a fondo ni lo llaman para comprobar si lo que dicen o escriben es verdad.
“La prensa nunca ha sido más falsa de lo que es hoy en día. Se escriben historias que carecen absolutamente de base en los hechos. Los periodistas ni siquiera llaman para pedir verificación“, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
