Para el banco suizo de inversión, UBS, la expectativa de crecimiento mexicano para este 2019 sigue a la baja, pues, a su consideración, será de 1.2 por ciento a 0.5 por ciento, gracias a la incertidumbre generada por las políticas económicas implementadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con la institución financiera otro factor que mermaría la economía mexicana al cierre de este año sería la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con base en información de un reporte emitido por UBS la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), las demandas contra empresas extranjeras constructoras de gasoductos y la cancelación de formouts de Pemex —sin dejar de mencionar su plan de negocios—, han marcado el deterioro económico de México.
“La inversión se contrae en relación con el año pasado a pesar de tener una base baja, con una debilidad particular en equipos y maquinaria y en la construcción no residencial. El gasto público ha tenido un inicio históricamente lento, ya que la nueva administración se adhiere a su plan de austeridad. Esto deja al sector externo para hacer el trabajo pesado”, destacó el reporte.
UBS llegó a esas conclusiones gracias a un análisis en el que se mostraron las bajas expectativas de crecimiento, sobre todo, porque los datos de actividad del segundo trimestre apuntan a que la economía mexicana se está estancando. Esto va de la mano con el hecho de que el gasto público mantiene un comienzo históricamente lento, consecuencia de las políticas de austeridad.
Para UBS es “decepcionante” la baja perspectiva del país —en lo que va de la “Cuarta Transformación”— sobre todo por la incertidumbre monetaria; así que por el momento los “pronósticos están sesgados a la baja, si México no está en recesión técnica, está muy cerca de entrar a ella”.
