El ‘rompecabezas’ de Pemex

No la tiene fácil Pemex. Hoy, que el presidente López Obrador presentará su informe de los primeros 100 días de gobierno, va a decir que se ha iniciado el rescate de Pemex, empresa estatal, que en su diagnóstico, se le dejó caer por las políticas neoliberales.

Tiene razón AMLO en una cosa: sí se dejó caer a Pemex.

Pero el problema no fueron las políticas neoliberales. Fue algo más específico: el modelo de relación con el gobierno y sus consecuencias.

Tan sólo entre 2012 y 2018, en el sexenio anterior, Pemex pagó –a precios del 2018– 3.35 billones de pesos de impuestos y derechos, un promedio de 559 mil millones de pesos por año.

Las finanzas públicas no hubieran podido mantenerse razonablemente en orden en los últimos años sin Pemex.

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La consecuencia es que la empresa se quedó sin el dinero que necesitaba para invertir.

Y el resultado fue una caída brutal en la producción de crudo.

En la historia petrolera mexicana, el mes que ostenta el récord de producción es diciembre de 2003, cuando se produjeron tres millones 454 mil barriles de petróleo diarios en promedio.

En enero de este año, 16 años después, la cifra fue de un millón 641 mil barriles. Entre las dos fechas, la caída es de 52.4 por ciento.

No hay una empresa que pueda tener una caída de ventas de este tamaño sin entrar a una crisis.

El gobierno aprovechó la existencia de dos grandes campos que producían cantidades de crudo que parecían infinitas.

Pero no, el petróleo que contenían era finito y se fue agotando.

Desde luego que el caso más señalado es Cantarell.

En el año 2000, este campo producía un millón 413 mil barriles diarios. En enero de 2006, la cifra había crecido hasta llegar a un millón 987 mil barriles por día.

Pero llegó el agotamiento. En enero de 2012, la producción de este campo del Golfo de Campeche ya había caído a 444 mil barriles, es decir, un retroceso de 77 por ciento en seis años.

Y para enero de 2018, la producción fue de 148 mil barriles por día.

En 12 años, Cantarell dejó de producir un millón 839 barriles por día, una pérdida superior a todo lo que hoy se produce.

El otro gran campo es Ku-Maloob-Zaap, también en el Golfo de Campeche. En enero del 2000 producía 308 mil barriles por día; subió a 377 mil en 2006 y llegó hasta 837 mil en enero de 2012.

Pero ya comenzó su declinación y en enero de 2019 produjo 797 mil barriles por día, una caída de casi 5 por ciento.

Este campo había sustituido parcialmente la caída de Cantarell, pero todo indica que ya no podrá hacerlo.

Algunos pronósticos estiman que para 2024 el campo ya sólo producirá 400 mil barriles por día, es decir, estiman que su producción pueda caer en cerca de 400 mil barriles este sexenio.

Para aumentar la producción de Pemex a 2.5 millones de barriles por día, si el descrito es el escenario de Ku-Maloob-Zaap, sería necesario aumentar la producción total en 1.3 millones de barriles por día en otros campos, lo que se ve muy complicado, pues en otras zonas el volumen extraído no sólo no ha crecido, sino que incluso decreció en cerca de 500 mil barriles diarios entre 2012 y 2018.

El desafío es gigantesco porque de no darse el incremento planteado como meta por el gobierno, las finanzas de Pemex o las del gobierno, ya no van a aguantar más.

Seguiremos con este tema.