La aceptación de los mexicanos ante un evidente cambio de gobierno había sido bastante alta hasta la semana pasada en donde las autoridades se vieron rebasadas por el crimen organizado no sólo en Sinaloa, en Michoacán y Guerrero también.
Y es que pareciera que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador asegure que su intención sea salvar tantas vidas como sea posible, la realidad es que los grupos criminales han resultado tener más y mejores técnicas y armamentos, situación que deja vulnerables a los soldados por los que tanto se preocupa.
Ante los hechos ocurridos el pasado jueves, 17 de octubre, cuando militares dejaron libre a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, la credibilidad del plan de seguridad del Gobierno obradorista se ha visto cuestionado.
Así lo reveló la encuesta realizada por Grupo Reforma en donde el 49 por ciento de los participantes considera que el mandatario actuó de mala manera al dejar en libertad a un criminal.
Dicha decisión, según el 56 por ciento de los encuestados, indica que existe un mayor control por parte del crimen organizado. Mismo porcentaje de personas está convencido de que la estrategia que ha implementado el Gobierno Federal para el combate al narco ha sido un rotundo fracaso.
Y el 54 por ciento considera que el tabasqueño debería analizar de nueva cuenta su plan para el combate de grupos criminales que han dejado un gran número de muertos a lo largo del país.
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