De lunes a viernes, alrededor de las 7:00 horas, desde que llegó al poder, Andrés Manuel López Obrador ha “salido a dar la cara” con los medios para ofrecer un pequeño informe sobre las últimas acciones que su gobierno ha realizado, sin embargo, al parecer, el tabasqueño no contempló algunos “incidentes” de los cuales han empezado a incomodarle.
Tal es el caso de que en dicho espacio que comparte con medios de comunicación, —hasta ahora— tenían acceso todo aquél que sólo se registrará a nombre de un medio, pero, tras haberse suscitado diversos incidentes o confrontaciones con activistas, simpatizantes o hasta vendedores de servicios que se han hecho pasar por reporteros, el presidente ordenó reforzar la seguridad en el acceso a este encuentro en Palacio Nacional y puso condiciones.
Pero el presidente no solo decidió poner condicionantes al acceso a sus conferencias de prensa, pues, en diversas ocasiones, pareciera que los reporteros le realizan preguntas “a modo”, que, por supuesto, no lo incomodan.
Tal es el caso de la conferencia de este miércoles 27 de febrero de 2019, cuando al inicio de la misma le preguntan, si fueron irresponsable las declaraciones del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, sobre si el accidente donde murieron la ex gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle fue provocado.
A lo que AMLO respondió que el blanquiazul se encuentra en una situación de desesperación y por eso no están midiendo sus palabras.
No cabe duda, que dicho cuestionamiento sólo ponía como “víctima” al mandatario nacional.
En otra pregunta que abordó el tema sobre la reunión que sostuvo con el titular de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo García Alcocer, y el hecho de que éste se haya mantenido en su puesto.
Ante esto, el presidente quedó como un “hombre justo”, que respetó en todo momento a Alcocer, pues solo le pidió que no se encubran los actos de corrupción en el órgano que dirige; cuando sabemos que lo exhibió públicamente —por un presunto conflicto de interés— y sin pruebas que le dieran sustento a la acusación.
Asimismo, aseguró que nunca le pidió su renuncia, que eso era decisión del propio García Alcocer.
En un tercer cuestionamiento, un reportero le planteó al presidente cómo funcionarán los consulados en el extranjero, ahora que ya no existe ProMéxico —programa que desapareció esta administración, a pesar de que algunos expertos lo consideraban esencial para la promoción turística—.
Incluso, AMLO felicitó al periodista por su pregunta, y le dijo que “estaba bien informado” respecto al tema.
Ya en su respuesta, solo defendió su decisión de desaparecer ProMéxico, porque, según AMLO, ahí trabajaban personas “fifí” que se “dedicaban a saquear”.
En un cuarto caso, al presidente se le interrogó sobre la educación en la “Cuarta Transformación”; sin recato, López Obrador aseguró que derogar la anterior reforma educativa, ahora, garantiza estabilidad económica y educativa a los maestros, estudiantes y hasta empresarios.
También resaltó el tema de Elba Esther Gordillo, y su probable regreso al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a lo que el político tabasqueño, únicamente se limitó a decir que, en su gobierno, ella libre de hacer los que quisiera, tanto en el ámbito magisterial como social.
